La película dramática “Ceniza negra” plasma una manera de resiliencia a partir de la conexión con la tierra, objetos y los animales. El filme se estrena el 26 de noviembre por la plataforma Puentes de Cine. Por. Florencia Fico.
El argumento de la película “Ceniza negra” cuenta la vida de una joven llamada Selva. Se encuentra en un pueblo costero del Caribe. Reside en una casa humilde y la rodea la vegetación. Empieza su adolescencia allí, ella procura seguir uniendo a su familia. Aunque es cada vez más complejo; no cuenta con sus padres y su abuelo está complicado de salud. En ese territorio, lleno de espacios ilusorios y apariciones asombrosas. Selva se pregunta si tiene que colaborar con su abuelo en su etapa de pubertad.
La película es elegida para representar a Costa Rica en la categoría Mejor Película Internacional en la 93° edición de los premios Oscar; y Mejor Película Iberoamericana en la 35° gala de los premios Goya en España.
La dirección de la realizadora Sofia Quirós Ubeda va más allá de un simple coming of age y propone un filme con un diálogo protagónico a través de la naturaleza y sus personajes. Quirós Ubeda carga de simbolismo a todos los elementos y los alimenta con una historia dramática. La realizadora recrea lo ritual, ancestral, altibajos emocionales de la ausencia, el duelo y la reencarnación.
El guion en manos de Sofia Quiros Ubeda inserta al espectador en una charla mediante personificaciones; sobre elementos llenos de alusiones y metáforas que relacionan el ambiente selvático con los protagonistas. El texto de Quirós Ubeda hace pensar en la resurrección, por ejemplo: “Usted sabe que cuando, uno muere pude convertirse en otras cosas. Como en sombras”.
Asimismo, las concepciones de la muerte asociadas al renacimiento es el caso de las serpientes tan presentes en el filme; las cuales cuando aparentan fallecer en sí cambian de color.
En los objetos, la vegetación y animales Selva halla un portal que la conecta con sus más profundos recuerdos y pensamientos. Una pulsera a su madre fallecida, las cabras imaginarias relacionadas con la demencia senil de su abuelo, una cartera a Elena una parte de su familia que está en riesgo. A su vez también descubre en ellos un poder para recuperarlos y valor en ella.
Además repasa el mundo joven de Selva. Con ansias de un primer beso, el deseo amoroso, las primeras fiestas y la amistad; como síntomas para salir de su capullo familiar.
La musicalización de Wissam Hojeij emplea pianos en tramos depresivos e instrumentos de viento nativos para acrecentar el clima nativo. También se aprecian ritmos bailables urbanos: reggae, cumbia, salseros, árabes, hip hop y callejeros. Los que estimulan una visión más joven y refrescante sobre la película.
La fotografía de Francisca Saez Agurto emplea constantes contrapicados en el rostro de Selva para mostrar sus altibajos continuos. Las tomas cenitales se acentúan en momentos de incertidumbre, desconcierto y crisis emocionales. Se lograron singulares tomas vertiginosas en las costas que elevan la máximo la calidad fílmica de la cinta.
El reparto está compuesto por: la actriz Smashleen Gutiérrez en la piel de Selva, la artista le da carácter a su personaje irreverente, protector, creativo y con grandes momentos de madurez. El actor Humberto Samuels, compone a su abuelo el Tata quien le brinda escenas lúdicas, costumbristas y sensibles. La actriz Hortensia Smith encarna a Elena pareja de Tata, ella le brinda a su papel un porte desobediente, danzante y una dupla cómica con su colega Gutiérrez. La actriz Keha Brown encarna a Winter un espíritu que aparece en la película y hace inquietar al público.
La ópera prima de la cineasta Sofía Quirós Ubeda reproduce un vínculo alquímico con la naturaleza y Selva. Ambos cautivan, resisten y evolucionan con tensiones compartidas en un entorno que tiende al olvido y la superación.
Puntaje: 85
Dirección
Reparto
Guion
Música
Fotografía
La ópera prima de la cineasta Sofía Quirós Ubeda reproduce un vínculo alquímico con la naturaleza y Selva. Ambos cautivan, resisten y evolucionan con tensiones compartidas en un entorno que tiende al olvido y la superación.