“The Lodge” de Severin Fiala y Verónica Franz. Crítica.

Pecados y traumas.

Ya está disponible en plataformas on demand una de las películas que sorprendió en el ultimo Festival SITGES de Cataluña. Por Bruno Calabrese.

En el año 2014, una dupla de austríacos sorprendió dentro del género de terror. La película “Goodnight Mommy” irrumpió en los festivales de cine de terror con un perturbador relato sobre dos niños gemelos que esperan el regreso de su madre tras una operación de cirugía plástica. Cuando esta llega, notan un cambio de personalidad que hace que los niños duden si es realmente su madre. Caracterizada por su clima opresivo y asfixiante, fue una grata sorpresa para el género.

Luego de mucho tiempo y con solo un breve relato para la antología de terror “The Field Guide to Evil” del año 2018, Severin Fiala y Veronika Franz vuelven a sorprender con un film que contiene muchos puntos en común con su primer largometraje de ficción (anteriormente habían hecho un documental, “Kern”).  La historia gira en torno a Grace (Riley Keough), una joven que se encuentra atrapada, junto a Mía (Lía McHugh) y Aiden (Jaeden Martell) los dos hijos de su prometido, en una casa alejada de la civilización por culpa de una fuerte nevada. La pérdida de la madre de los niños se produce luego de suicidarse al enterarse que su ex marido se va a casar con Grace, eso hace que la relación entre ellos sea distante. Pero justo cuando la relación entre los tres empieza a florecer, la mujer adopta una actitud aterradora que proviene del adoctrinamiento religioso que sufrió en su dura infancia.

En sintonía con su primer film, “The Lodge” ubica toda la acción dentro de una casa. Curiosamente con dos niños, quienes ven en la llegada de Grace a la otra que viene a ocupar el lugar de su fallecida madre alguien extraño, como sucedía en “Goodnight Moomy”. Pero los directores tratan de no caer en la misma temática y en lugar de volverse repetitivos, le aportan una vuelta de tuerca diferente. Grace, cuando solo tená 12 años, fue la única sobreviviente de un suicidio masivo de una secta religiosa comandada por su padre. Es la religión uno de los ejes sobre los cuales girará el film, con una sensación continua de que en realidad lo que están viviendo es un paso por el purgatorio previo a alcanzar la gloria de ir al cielo. El fanatismo religioso y sus consecuencias en la psiquis de los humanos se hace presente de una manera sutil dentro del film, al igual que sucedía en “The Witch”.

Los traumas ocasionados por el suicidio es otro de los puntos sobre el cual girará, los fantasmas de ese tortuoso momento se presentan a través flashbacks en los sueños de Grace. Pero también los niños esconden sus traumas por el suicido de su madre (Mía repetirá más de una vez que su madre no irá al cielo ya que ella se suicidó) y también el rechazo a la nueva, a quien inconscientemente culpan. 

El relato se cocina poco a poco, de manera lenta, algo que no es común en estos tiempos. Los sonidos chirriantes y planos largos, y muchos angulares, similar al cine de Yorgos Lanthimos, sirven para crear una atmósfera opresiva, agobiante, que secuestrará nuestras miradas y no nos dejará salir. Por un momento juguetea a parecerse a “Los Otros” de Alejandro Amenábar pero nos da una vuelta de tuerca interesante y nos sorprende hacía un costado más perverso.

En medio de ese clima, no es en vano la aparición de  “The Thing” en la tele, película que incomoda a Grace, que en cambio elige ver “Jack Frost” con Michael Keaton. El paso de un film a otro se transforma en la metáfora utilizada por los directores para notar que Grace está sintiendo la presencia de su padre muerto, de manera similar al film sobre el muñeco de nieve, donde el padre se le aparecía al hijo luego de un año de muerto. El trauma de ese pasado comienza a despertar en ella, llevándola a convertirse en algo monstruoso, similar al film de Carpenter.

Vale destacar la actuación del trío protagonista, sobre todo de Riley Keough, conocida por ser la nieta de Elvis Presley, pero con un vasto recorrido en films como “Mad Max: Fury Road” y “Under the Silver Lake”, entre otros. La actriz hipnotiza con su angustia, atemoriza con su mirada y por momentos nos enternece, en una actuación llena de matices, en momentos donde el film se transforma en un unipersonal de ella. Los niños también la acompañan de manera correcta: Jaeden Martell, a quienes ya habíamos visto en “It”, le aporta dramatismo a su personaje de adolescente rebelde traumado por la muerte de su madre, de la misma manera que la niña. 

Todo funciona con una obsesiva precisión en “The Lodge”, que nos recluye en lo más profundo de sus miedos. Un film de terror psicológico manejado con una majestuosa habilidad para crear ambientes y recuerda a obras como la citada “The Witch” o “Hereditary”. Una película que se va construyendo de manera lenta, pero que nos sumerge de manera perturbadora en un hipnótico espiral de traumas y fanatismo religioso. 

Puntaje: 90/100.

 

Actuación
Fotografía
Arte
Guión
Música

Una película que se va construyendo de manera lenta, pero que nos sumerge de manera perturbadora en un hipnótico espiral de traumas y fanatismo religioso. 

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