La última película de Radu Jude que codirijo con el historiador Adrian Cioflâncă es la concursante más extensa de la Competencia Estados Alterados del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Utilizan el medio audiovisual para dar voz a quienes fueron silenciados hace tiempo, dejando asentada una parte oscura de la historia rumana, que por mas que intente ocultarse o negarse, no se debe olvidar.
El 29 de junio de 1941 en la ciudad de Iasi más de 10000 judíos fueron asesinados por fuerzas armadas policiales, militares y civiles. Compuestas por quienes fueran sus compatriotas rumanos y soldados alemanes. Las víctimas eran sacadas de sus casas a la fuerza y llevadas al patio de la comisaría local, sin justificación alguna más que el antisemitismo. Los que no eran asesinados ahí mismo, eran obligados a subirse al llamado “Tren de la muerte”, donde serían transportados en vagones superpoblados, sin ventilación ni agua.
La película se divide en dos partes. La primera, y más extensa, de manera sencilla y concisa, recopila casi doscientos testimonios de víctimas y sobrevivientes. La gran mayoría unida a una foto, que no sólo le da nombre y rostro sino también una historia, dejando de ser un número más en una lista, pasan a ser personas obteniendo la individualidad que les fue pasada por alto durante años. A veces esta historia es sólo un renglón, otras un párrafo entero. De una forma u otra, la obra reconstruye rostro a rostro y nombre a nombre, siendo apenas un pequeño porcentaje del número de víctimas que se cobró el holocausto rumano.
A lo largo de la segunda parte una sucesión de imágenes ilustran las atrocidades cometidas. Los registros fotográficos, de manera dura y visceral, marcan en la retina del espectador la barbarie vivida durante este periodo. Se comienza por los violentos desalojos, hasta las paradas del tren utilizadas para descargar los cadáveres de los vagones. Todo lo escuchado anteriormente toma forma, generando que sea imposible no vincular las mismas a los relatos y a quienes los protagonizaron.
The Exit of the Trains es una declaración en sí misma de la magnitud que tuvieron los hechos. Resultado de la extensa investigación de Adrián Cioflâncă y el manejo narrativo de Radu Jude. Se crea así un documento histórico vivido y accesible invaluable no sólo para la memoria del pueblo rumano, sino para la historia.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
The Exit of the Trains es una declaración en sí misma de la magnitud que tuvieron los hechos. Resultado de la extensa investigación de Adrian Cioflâncă y el manejo narrativo de Radu Jude. Se crea así un documento histórico vivido y accesible invaluable no sólo para la memoria del pueblo rumano, sino para la historia.