¿Quién decide si podés jugar? es un metraje de Cooperativa de Comunicación NOS con la dirección y edición de Sebastian Smok y la producción de Anabella Arrascaeta, Florencia Paz Landeira, Nicolás Zuberman y Guido Molinari. En 35 minutos narran la historia de 5 atletas que se hicieron camino en el deporte y en ese viaje, superaron situaciones de discriminación y transfobia.
Los protagonistas son: Nico Álvarez, futbolista, transmasculino del Gran Buenos Aires; Anna Scappini, atleta corredora, mujer trans paraguaya viviendo en CABA; Elías Costen, judoca, chico trans de La Blanca, Entre Ríos; Romina Cuevas, voleibolista, mujer trans salteña; Marcos Rojo, futbolista, chico trans de Gualeguaychú, Entre Ríos. Todos con grandes logros en sus distintas disciplinas.

Con cinco relatos, es un reportaje que uno por uno, enlaza la historia de los protagonistas, cada uno con sus historias y sus propuestas para generar un cambio en el mundo del deporte. Son historias de personas reales, de carne y hueso, con relatos cortos que no necesitan ficción ni un trabajo lacrimógeno, los creadores trabajan muy bien con la materia prima de las entrevistas para contar la historia de manera individual pero que se unen en el mismo objetivo.
El documental es dinámico, concreto, sabe muy bien lo que quiere mostrar y todo es en base a entrevistas con los protagonistas. Los puntos más importantes son las historias de vida de cada uno, su transición y el camino que recorrieron en sus respectivos deportes. Es un gran puntapié para poder hablar y discutir acerca del rol y la lucha que dan las personas trans en el mundo deportivo.

Un logro de esta pieza comunicacional es mostrar no solo la situación de las personas trans en el fútbol, sino en otros deportes en los que se habla poco y nada. El objetivo es visibilizar a un grupo históricamente vulnerado, cuya expectativa de vida es muy inferior a la media y cuya exclusión y violencia se recrudecen en la actualidad. Escuchar cada historia desde la voz de los protagonistas, acompaña para hacer un ejercicio de empatía, algo poco visto en el último tiempo, sobre todo cuando se habla de minorías.

En los apartados de montaje, edición, dirección y las entrevistas, el documental aprovecha muy bien esa materia prima, imágenes nítidas, gran calidad en los audios, en los planos. Es un acierto empezar con una presentación breve de cada protagonista, sus logros y después profundizar con los relatos. Así tiene que ser un documental deportivo, dinámico, contagioso, pasional.
Es un trabajo maravilloso, es momento de empezar a discutir estas cuestiones, tanto en el plano nacional como en el internacional, desde las decisiones del COA (Comité Olímpico Argentino) hasta el propio Comité Olímpico Internacional que excluyó a atletas trans de los próximos Juegos Olímpicos. Todo lo que pueda contagiar empatía, que cuente historias de personas reales, que visibilice las denuncias y las luchas que se dan en el mundo del deporte, bienvenido sea.
Pedro Ignacio Pérez Naveira.




