Buenos Aires tuvo una noche de domingo colmada de fiesta en la voz de una artista con 40 años de recorrido, quien presentó “Le canta a Vinicius” en un conocido lugar de San Telmo.
Extraordinaria voz y acompañamiento. A sus 75 años, con la humildad que tienen los grandes pidió disculpas al haber suspendido por problemas de salud su show, la pasada semana. En constante diálogo con el público no sólo interpretó a Vinicius, sino que contó anécdotas de todo el camino andado. Una de las cosas que mencionó fue la grabación en vivo que se realizara en nuestro país Vinicius en la Fusa con María Creuza y Toquinho , que se convertiría con el tiempo en uno de los mejores discos de la música brasileña.
El inicio del show de esta bahiana fue con Garota de Ipanema, nada para guardar ante tremendo clásico, su sonrisa ante la aclamación de la gente sentenció su propio disfrute, empatía y despliegue de talento.
La bossa nova, género musical brasileño derivado de la samba y con influencias fuertes del jazz, en su concepto lingüístico se acercaría a estilo nuevo. Requiere muy buena técnica instrumental, rítmica, y ese feeling que llevarían a la audiencia a sentir eso maravilosho que María Creuza en un momento le pidió a los presentes – ” Quiero sentir su performance” y estos recogieron el guante cantando y vibrando con cada tema.
Eu sei que vou amar, A felicidade, Que Maravilha, Minha Enamorada, Catendé , Voce Abouso, Berimbau, fueron algunos de los clásicos que disfrutó cada persona presente.
Belezha, Maravilha , un espectáculo para no perderse. Mil estrellas para una grande.