Marcos Carnevale: “Todos somos imperfectos y en algo fallamos, pero siempre estamos haciendo un personaje para ser queridos”

Escrita y dirigida por Marcos Carnevale, “Goyo” cuenta una historia de amor entre una mujer y un hombre con Asperger. Tras el estreno en cines, la nueva película argentina llega a la pantalla de Netflix el próximo 5 de julio.

Marcos Carnevale estrenó “Goyo” en cines y ahora llega a la plataforma de Netflix. En diálogo con Cine Argentino Hoy, el reconocido escritor y director cuenta cómo surgió la idea de hacer una película sobre el autismo y el amor; un film que emociona e interpela, y plantea la paternidad desde un lugar honesto, valioso e imperfecto.GOYO_20231201_BTS_0013_R.jpg-Cómo surge la idea de escribir y dirigir “Goyo”, una película que tiene tu indiscutido sello de temáticas de inclusión, como venís abordando en tu filmografía.

-“Goyo”, de alguna manera, es una secuela de “Anita”. En esa película yo había planteado a alguien neuro-diverso, que participaba del atentado de la Amia, perdiendo a su mamá, y ella no entendía las razones por las cuales alguien había puesto una bomba en un lugar y moría gente. Y en el devenir de la trama, el espectador tampoco entendía el por qué. Y un poco lo que plantea esa mirada limpia e ingenua de Anita o de Goyo es esto de: “Mirá cómo miro yo el mundo, y podrás percibirlo y entenderlo de un modo diferente”.

Ahí empiezas a darte cuenta que todos somos imperfectos, porque nosotros creemos que Goyo, porque tiene el síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista, es imperfecto, pero todos somos imperfectos porque no cumplimos con todos los elementos requeridos y demandados por la sociedad ante la perfección. En algo fallamos, y si no lo vamos a mentir para que nos acepten y nos quieran, porque siempre estamos haciendo un personaje para ser queridos, nos sobre-adaptamos.

A mí, lo que me atrajo del Asperger es que ellos son totalmente honestos, sinceros y siempre dicen la verdad, aunque sea cruel, incómoda y ofensiva, te van a decir la verdad. No entienden la mentira, no entienden el sarcasmo, la ironía, entonces tienen una mirada muy sana. Entonces, cuando vos te miras a vos mismo, te das cuenta que sos sarcástico, irónico, mentiroso… Entonces decís: “Tan mal no está Goyo, uno está peor”.GOYO_20231123_BTS_0029_R.jpg-Marcos, ¿cómo se armó el casting increíble que tiene la película?

-Fue como un feedback que tuve con la gente de Netflix. En general, cuando escribo ya sueño con un actor y como trabajé con casi todos, tengo acceso a todos. Entonces, durante la escritura voy coqueteando y les voy comentando de la peli. No es lo mismo escribir un Goyo teniendo ya en la cabeza a Furtado, por ejemplo.

Entonces, para mí escribir es como tener un traje a medida, cuando llegas al set tenes la mitad de la película dirigida. En este caso, la mamá siempre fue Cecilia Roth, la hermana siempre fue Sole (Villamil)… Y Nancy (Dupláa), es una actriz real, no tiene artificio y yo necesitaba que Eva fuera eso, y Goyo, contrariamente a lo que se suele elegir, dije “voy a elegir el Goyo más hegemónico del mundo, con una cabeza distinta. Quise ir a contrapelo de lo que se supone que tiene que ser.

-¿Notas en Nico Furtado una construcción distinta respecto a otros personajes que él encabezó? Porque tiene una elaboración increíble

Nico tiene un rango de composición tremendo, te puede hacer un Diosito o un Goyo. Él es un tipo que conecta con las características de los personajes y entra en una zona no racional, en la que no está pensando cómo camina, cómo habla… Trabajando juntos nos pusimos de acuerdo en todas esas características y, en un momento dado, nos olvidamos de eso. Cuando yo decía acción, venía Goyo.

-¿Cómo fue trabajar con Cecilia Roth?

-Yo tuve la fortuna de trabajar con Norma Aleandro, Graciela Borges… y no había trabajado con Ceci, salvo en una serie que hicimos en Polka, “Amas de casas desesperadas”. Pero qué te puedo decir, Cecilia es San Martín, una eminencia total de nuestro arte. Yo soy amigo y vecino de ella, así que fui y le ofrecí el personaje, y empezamos a hablar de la paternidad.

Ceci es mamá de un chico adoptado, yo soy papá de dos chicos adoptados; compartimos mucho eso. Y hablábamos muy sinceramente de lo difícil de ser padre y de lo imperfectos que somos como papás, pese a que tenemos un amor infinito y le dije: “bueno, eso quiero mostrar en la película”.

La gente se vende como que son grandes padres o grandes madres, pero yo nunca digo. Soy el padre que puedo ser. Es muy difícil ser padre. Quería que un personaje dijera honestamente eso, para que el que lo viera dijera: “Y sí, está bien cómo lo dice”, porque no le quita mérito, ni valor. Y Cecilia hace de una madre honesta, sincera, valiosa e imperfecta.

-¿Cómo pensaste las particularidades y el entorno de Goyo?

-Yo necesitaba un Asperger de altas capacidades, que está en la punta del espectro. Porque también está el autista profundo que está en el otro extremo. En este caso, necesitaba un tipo que entendiera a Van Gogh, que fuera culto, que viviera cerca del museo, ya que son personas muy rutinarias, hacen siempre el mismo camino y tiene que ser seguro. Entonces, me convenía que viviera en Recoleta y que tuviera una condición social acomodada, para tener personajes menos emocionales alrededor de él y más desconectados.

-¿Cómo fue la presentación de la película en el Avant Premier? ¿Cuáles fueron las repercusiones?

-Estoy fascinado y sorprendido. Porque se entendió todo. Quiere decir que pude trasladar mi intención a la película, porque muchas veces no sos capaz de hacerlo. Tenes la intención, pero no te sale, y esta vez salió. Todo el mundo me dice que se conmueve, se interpela, se pregunta… y eso te acaricia el alma, no te genera angustia. La película está angelada, se laburó mucho para lograrlo.

Edición periodística: Andrea Reyes

Javier Erlij

Licenciado en Periodismo, Profesor para la Enseñanza Primaria, Técnico en Periodismo, Critico de Cine. CEO de Cine Argentino Hoy.

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