El filme francés “Les misérables” prueba la capacidad del cine en comprometerse con el ambiente y las personas que habitan su país. Una obra que pone en jaque la noción de “abuso de poder” en forma de thriller urbano y realismo social. Por. Florencia Fico.
El argumento de la cinta es sobre Séphane quien recién se alista a la Brigada contra la Delincuencia de Montfermeil, una zona precaria al este de París. Ahí se reune con sus colegas Chris y Gwanda dos efectivos entrenados en los grandes conflictos que se dan en los diferentes conjuntos organizados por el dominio del suburbio.
La dirección del documentalista Ladj Ly rompe con los ideales de la Revolución Francesa “Libertad, fraternidad e igualdad” en donde su trayectoria recorre distintas realidades de un pueblo pobre en Montfermeil(lugar donde Victor Hugo relató Les Misérables). Son tan robustas que su ópera prima se convierte en un logrado registro explicativo de los conflictos que se propician allí. Es un pantallazo como cachetada a la sociedad obnubilada por el humo turístico; con postales edulcoradas del Arco del Triunfo y la Torre Eiffel. Mientras en zonas precarias como Montfermeil; gritan de forma alarmante: “desempleo”, “pobreza”, “violencia”,” acoso policial” y “conflictos étnicos y religiosos”, etc.
Ly también escribió el guión con Giordano Gederlini, Alexis Manenti. Ellos pudieron hacer guiños a los Disturbios de Francia en 2005 y las demandas de los Chalecos Amarillos en ambos casos las denuncias son sobre: brutalidad policial, represión y/o detención, deficiencia económica y estigmatización. Los diálogos se explayaron en los acosos de los oficiales Chris y Gwanda ya sea un cacheo injustificado, convivencia entre mafias y las autoridades de comuna asimismo con los detectives y sobornos. También: falsificaciones,narcotráfico, prostitución, xenofobia,clasismo, delitos menores, machismo y aprietes entre diferentes comunidades.
Dos frases que son apertura y cierre de un filme cargado de un entramado criminal y violeto “No hay malas hierbas ni hombres malos, solo malos cultivadores” del autor Victor Hugo en la obra original de Los miserables y una del propio Ly “La ira no abandona”.
La fotografía de Julien Poupard usó drones con tomas abiertas para mostrar los alrededores de Montfermeil en ellas se dieron sensaciones de claustrofobia, hacinamiento, viviendas en monoblocks donde sucedían secuencias de furia, persecución policial a jóvenes o niños. La iluminación natural y la proximidad a los hechos de rabia y coraje fueron destinados a ser capturados por sus lentes.
El reparto estuvo compuesto por el actor Alexis Manenti como Chris que al que apodan “Cerdito” un poco por su comportamiento negligente en su composición desplegó negatividad a su vez ironía y el intérprete Djebril Zonga encarna a Gwanda un guardia intolerante y enfadado, él le dio un toque de irritación interna y externa lo que lo hizo un personaje tragicómico.
El antagonista fue el actor Damien Bonnard en el papel del “Brigadier Stéphane Ruiz, dit Pento” que se encuentra con este grupo de oficiales que lo entrenan bajo un sistema de trabajo despresiable y vil. Bonnard es el la válvula que siempre sostiene la reflexión de los actos desmedidos de Chris y Gwanda, adquiere un lugar amistoso y pensante en un conjunto de personalidades en constante ebullición.
En la película hay dos personajes más que cabe la pena nombrar con los actores infantiles Issa Perica y Al Hassan Ly. El protagonista “Issa” un pequeño revoltoso, contestatario y travieso interpretado por Perica se desata como un gran atleta para su papel. Y “Buzz” por Al Hassan Ly hijo del director quien vigiló a todo el reparto con su dron lo que lo puso en ocasiones como un mirón y un sujeto cerrado en su realidad.
El filme en rangos generales cumple con la idea de llamar la atención con problemáticas sociales complejas. Varios focos que incentivan el suspenso y verdadera incomodidad para el espectador. Es una cinta que mediante los personajes y sus conversaciones empieza a formular una crítica sobre la permeabilidad de la violencia, la segregación y las víctimas – victimarios como dos caras de una misma moneda. Ly encierra a la bestia oculta de Francia y su cachorro que solo copia las leyes de la sobrevivencia. Disponibles un un cautiverio suburbano donde ningún político se hizo cargo y el arrebatamiento de los derechos humanos es una constante.
Puntaje:95
Dirección
Música
Guion
Reparto
Arte
El filme en rangos generales cumple con la idea de llamar la atención con problemáticas sociales complejas. Varios focos que incentivan el suspenso y verdadera incomodidad para el espectador. Es una cinta que mediante los personajes y sus conversaciones empieza a formular una crítica sobre la permeabilidad de la violencia, la segregación y las víctimas - victimarios como dos caras de una misma moneda. Ly encierra a la bestia oculta de Francia y su cachorro que solo copia las leyes de la sobrevivencia. Disponibles un un cautiverio suburbano donde ningún político se hizo cargo y el arrebatamiento de los derechos humanos es una constante.