La película que eligió Mubi para abrir su festival, “La sustancia” de Coralie Fargeat, llega esta semana a la cartelera de los cines.
Muchas veces es difícil definir cuál es “La película de la semana”, es que llega a la cartelera y es casi necesario ir a verla en la pantalla más grande que se pueda. Sin embargo, este jueves 19 de septiembre la elección no podría ser más sencilla. Se trata de “La sustancia” de Coralie Fargeat, galardonada en el TIFF con el premio del público y en Cannes al Mejor guión.
En su juventud Elizabeth Sparkle fue una estrella de Hollywood, ahora en sus cincuenta, su carrera se encuentra en decadencia. Se cruza con La sustancia, un misterioso producto que provoca la división celular extrema. Logrando una versión más joven y mejor de quien lo utilice. Una depende de la otra, dos que son una, obligadas a mantener un perpetuo balance.
Lo interesante de las películas de género, es que carecen de las limitaciones morales impuestas sobre el resto de las películas. Mediante el terror se pueden tocar temáticas de manera mucho más explícita de lo que uno cree. En este caso tenemos en primer plano la imposición de la juventud y la belleza dentro de la industria para con las actrices. Dejando al descubierto el verdadero rostro de la misma. Uno al que le producen rechazo los gerontes y a cualquier cuerpo no tallado en un gimnasio.
Demi Moore, vivió en carne propia lo mismo que le sucede a Elizabeth Sparkle. Su caudal de trabajo se vio disminuido con el paso de los años. Las primeras marcas de la edad hacen que una actriz pase a ser la estrella deseada, la feme fatale, la cortadora de tickets, a la madre de la nueva angelada del momento. Y en este caso, Margaret Qualley es consciente de lo que genera, eligiendo exprimirlo al máximo.
Algo que no le sucede a las masculinidades. A quienes las canas y las pequeñas arrugas se les traducen como marcas de experiencia y los transforman en objetos de deseo diferentes, pero objetos de deseo al fin. Ni siquiera se les pide que sean inteligentes, les alcanza con un buen porte y una bella cara. En resumidas cuentas, todo lo que representa el personaje interpretado espléndidamente por Dennis Quaid.
El cuerpo es el receptor de todos los estímulos que recibimos, ya sean físicos o emocionales. Lo que hace el subgénero “Body horror”, es extremar esto hasta límites insospechados. Lo horroroso está dentro de nuestro cuerpo o proviene de él (en este caso el alter ego que genera la sustancia). Si bien el gore está a la orden del día, la verdadera prisión es el cuerpo compartido por los personajes.
Elizabeth no puede detener el deterioro de la edad y Sue no puede vivir sin Elizabeth. No hay lugar donde escapar, encerradas dentro del balance que significa compartir el mismo cuerpo. No pueden parar de pensar que nacer también significa comenzar a morir.
De más está decir que “La sustancia” de Coralie Fargeat es una película magnífica. Advertencia para aquellos espectadores impresionables, ya que en ningún momento deja de subir la vara del impacto. Lo cual es su única desventaja. Cuando se empuja el límite constantemente, el balance del shock queda roto, perdiendo impacto y dejando de impresionar.
Tenemos aquí a un nuevo exponente de este Neo Euro Horror. Que disfraza lo trash de sus antecesores, con sofisticación. Llegando a nuevo publicos y haciendo que plataforma como Mubi la compren para sumar a su catálogo. Esperemos que esta burbuja y efervescencia que tiene este movimiento incipiente dure algunos años más, ya que solo estamos viendo la punta del iceberg.
Calificación.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Tenemos aquí a un nuevo exponente de este Neo Euro Horror. Que disfraza lo trash de sus antecesores, con sofisticación. Llegando a nuevo publicos y haciendo que plataforma como Mubi la compren para sumar a su catálogo. Esperemos que esta burbuja y efervescencia que tiene este movimiento incipiente dure algunos años más, ya que solo estamos viendo la punta del iceberg.