Luego de un paso por el Festival Internacional de cine de Mar del Plata, hoy llega a las salas de cine “La mujer hormiga”. Si bien ambos tienen una carrera por separado, en esta ocasión Adrián Suárez (“El amor es más fácil”, 2020) y Betania Cappato (“Una escuela en Cerro Hueso”, 2021) se juntan para codirigir la película interpretada por Eugenia Alonso y Julieta Vallina.
De jóvenes, Renata y su hermana sobrevivieron a un trágico accidente que las marcaría para siempre. Años después las hermanas no podrían ser más diferentes y estar más distanciadas. Tras un angustiante llamado telefónico Renata recibe en su casa a Virginia. Esto supone un cambio radical en la vida de Renata, removiendo viejas heridas. Pero también rememorando el cariño entre las hermanas.
Renata posee dos enemigos a muerte. El primero son las hormigas, que invaden su casa sin miramientos y pueden llegar a afectar su trabajo de producción de tortas. Los traumas sufridos durante su accidente de la infancia son el segundo. La lucha contra el primero se traspola fácilmente al mundo real. Un fumigador que hace visitas recurrentes, ella tirando veneno en la cocina o pegando cinta en las juntas de los azulejos.
En cambio, el segundo es tan complejo como inevitable con la llegada de su hermana a la casa. Ellas no podrían ser más diferentes, Renata una madre cuyo intento de familia quizás no salió como esperaba. Virginia, libre y coqueta, disfruta de la vida todo lo que puede, a pesar de cargar con un profundo sufrimiento.
Al elegir planos largos y estáticos para la narrativa, los directores parecieran abrirnos la puerta a los mundos interiores de los personajes. A fin de ver el verdadero campo de batalla donde se libran los conflictos. El espectador puede, y debe, barrer una y otra vez la información de la pantalla y realizar relecturas.
“La mujer hormiga” de Adrián Suárez y Betania Cappato, como todo buen plato de comida, se cocina a fuego lento. Requiere paciencia y un espectador activo que se haga las preguntas que hay que hacerse. El esfuerzo resulta gratificante, gracias a las profundas actuaciones, sobre todo la de Julieta Vallina, y a la bella fotografía. Llegando a un final cuasi freudiano.
Calificación.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
“La mujer hormiga” de Adrián Suárez y Betania Cappato, como todo buen plato de comida, se cocina a fuego lento. Requiere paciencia y un espectador activo que se haga las preguntas que hay que hacerse. El esfuerzo resulta gratificante, gracias a las profundas actuaciones, sobre todo la de Julieta Vallina, y a la bella fotografía. Llegando a un final cuasi freudiano.