Desde hace ya algunos años el cine coreano viene atravesando una época dorada, varias producciones lograron récords en taquilla y consiguieron premios muy prestigiosos. Este auge está acompañado por el surgimiento de una nueva generación de cineastas, entre ellos Kim Kwang-Bin, quien inició su carrera realizando cortometrajes para luego estrenar su primer largo “La habitación del horror” (“The Closet”). Este film de terror estrenado en 2020 en su país natal comenzó su camino alrededor del mundo y llega a las salas de Argentina este jueves 28 de julio.
Tanto Corea del Sur como Japón son referentes en lo que respecta al cine de terror, género que manejan a la perfección, logrando films que cumplen con creces el objetivo de tensionar al público y a su vez, cinematográficamente hablando, creando producciones muy originales, incluso algunas ya convertidas en clásicos.
“La habitación del horror”, protagonizada por Ha Jung-woo (“La Doncella”, 2016), Heo Yool (“Madeo”, 2018) y Kim Nam-gil (“Pandora”, 2016), se centra en la relación padre e hija luego de un trágico suceso que marca sus vidas. Ambos se mudan a una nueva casa para intentar sanar las heridas y volver a recomponer el vínculo, pero ya nada es lo mismo, la pequeña Ina prácticamente no habla con su padre y este tiene su energía puesta siempre en el trabajo. El presente y el pasado los aleja cada vez más. Luego de un hecho puntual, Ina comienza a comportarse extrañamente, algo que complica mucho los objetivos laborales de Sang Won. De repente, un día la niña desaparece en su propia casa sin dejar rastros. La búsqueda por parte de Sang Won lo llevará a unirse a un extraño exorcista que aparece por sí solo en la nueva casa.
El film surge por una experiencia del director que, según cuenta, una noche en su casa sintió que desde una grieta del armario alguien lo observaba. Así fue que tuvo la idea de crear esta historia que mezcla la cultura oriental con ciertos aspectos más vinculados con occidente. El realizador entrega un trabajo con tintes típicos del género que recuerda a otras producciones famosas como “Poltergeist” (1982), pero de todas formas sin perder la originalidad. Una cinta con excelentes logros de maquillaje, edición y fotografía.
El elenco protagónico brinda interpretaciones acordes, aunque, al tratarse de actores orientales, pueden a veces resultar algo fríos. La gran sorpresa de la película es la pequeña Kim Shi-A quien da vida a un personaje clave en la historia.
Si bien, no sea una película que vaya a quedar como referente del género, sí es una buena oportunidad para disfrutar del arte del terror asiático que a más de uno va a hacer saltar de la butaca.
Calificación
Dirección
Guion
Actuaciones
Fotografía
Montaje
Una buena oportunidad para disfrutar del arte del terror asiático que a más de uno va a hacer saltar de la butaca.