Seguramente conocemos a Juana de Arco, a Sor Juana Inés de la Cruz y a Juana la Pasionaria. Pero más difícilmente es conocer a Juana Rouco Boula que también tiene una historia fascinante de lucha y, además, nos es más cercana en tiempo y lugar. Sobre esta mujer misteriosa y, muy poco conocida, nos habla Sandra Godoy en su documental “Juana, bravas mujeres”. por Juan Manuel Zeitler Varela
¿Quién es, entonces, “nuestra Juana”? Madrileña de nacimiento (1889), llega a nuestro país, adoptándose rápidamente, al igual que la causa anarquista. Empieza a militar desde sus escasísimos trece años y sus “bautismos de fuego” son la gran huelga general de inquilinos del año 1907 y la fundación de un centro femenino a sus quince años. Y se va adentrando en la FORA (Federación Obrera Regional Argentina) convirtiéndose en uno de sus principales y más brillantes cuadros. También milita contra los festejos del centenario de la Patria en 1910.
Pero no sólo era de pura cepa anarco sindicalista sino que, además, era una proto feminista en los primero años del siglo pasado de una Argentina desigual y represiva. Llama, sin eufemismo, a derrotar el patriarcado y, a la vez, invocar a la lucha de clases como la superación de capitalismo patriarcal e injusto por antonomasia. Asimismo critica sin piedad a sus compañeros anarquistas por considerarlos machistas y no darles el lugar que le correspondería a ella y a las demás mujeres.
De una cultura excelsa y de un cerebro abierto, participa en la Semana Trágica en 1919 lo que la obliga a refugiarse en Europa y en Uruguay. Pero todas estas peripecias no la amilanan ni un ápice. A su vuelta al país, casi clandestina, se refugia, con su compañero, en Necochea donde realiza otro hecho extraordinario: la fundación y dirección de un periódico quincenal (“Nuestra tribuna”) enteramente producido por mujeres de América y Europa con una temática anarquista, feminista y, hasta, ecologista. Lamentablemente la experiencia solo dura tres años. Y nuevamente es deportada y se exilia en Río de Janeiro donde sigue militando a trote y moche. Juana era de un carácter enérgico, duro, vegetariana, planchadora y escribía un diario íntimo.
La parte más sorprendente, quizás, del film es el descubrimiento (o redescubrimiento) de una mujer que hace 100 años ya hablaba de amor libre, aborto libre y seguro, que el Estado no se debiera meter en el ámbito familiar de las personas, que el mandato de ser madre era un oprobio y que se debían usar métodos anticonceptivos, aunque fuesen, precarios.
El documental cuenta con los testimonios de dos nietas de Juana, de militantes que ya la conocieron de anciana, una voz en off de una supuesta Juana, imágenes de archivos, fotos, además de la opinión certera y aguda de Dora Barrancos. Y, en una comparación clara y certera, entremezcla dos imágenes actuales del “Ni una menos” y la sanción en la Cámara de Diputado del proyecto de aborto libre y seguro. Tal vez se le pueda criticar al film cierta parsimonia y que quedan temas sin profundizar (como la relación con el peronismo) pero, evidentemente, tiene la enorme virtud de desasnarnos sobre el inicio del feminismo en nuestro país.
TRAILER OFICIAL DE “JUANAS”
Calificación
Actuación - 90%
Arte - 80%
Fotografía - 85%
Música - 70%
81%
¿Quién es, entonces, “nuestra Juana”? Madrileña de nacimiento (1889), llega a nuestro país, adoptándose rápidamente, al igual que la causa anarquista. Empieza a militar desde sus escasísimos trece años y sus “bautismos de fuego” son la gran huelga general de inquilinos del año 1907 y la fundación de un centro femenino a sus quince año