“Hillbilly Elegy”. Crítica

El nuevo estreno de Netflix dirigido por Ron Howard toma al estilo moderno el sueño americano y el valor familiar, pero lamentablemente queda a mitad de camino.

El sueño americano, una construcción que suele verse en cientos de películas y series desde tiempos de antaño; los ideales que garantizan un porvenir próspero e igualdad de oportunidades para nivelar hacia arriba, algo que persiguen inmigrantes y los que habitan las zonas más rurales y que buscan encontrarlos en las grandes ciudades. Mientras tanto, es pensar qué cosas se dejan atrás para cumplir con este tipo de ideales, qué cosas y recuerdos vividos en el pasado pueden marcar el presente y también el futuro: dolencias, tristezas que cuestan superar y aunque nos alejemos al lugar más recóndito de la Tierra, siempre estarán ahí para acompañarnos y que nunca olvidemos quiénes somos verdaderamente.

La nueva película de Ron Howard “Hillbilly Elegy”, basada en el libro homónimo autobiográfico de J.D. Vance; cuenta la historia de J.D (Gabriel Basso), un ex – marine proveniente de Ohio que debe regresa a su hogar por un problema de adicciones de su madre Bev (Amy Adams). Esto lo lleva a chocar con las terribles vivencias de su niñez y los recuerdos de su abuela Mawmaw (Glenn Close), dándose cuenta que tiene que enfrentarse a su propio viaje personal que marcará su futuro para siempre.

Una secuencia en sí misma

Al contar historias de este estilo no es rara la utilización de flashbacks para rememorar la vida del protagonista, hoy en día es un recurso muy visto y se toma para poner al espectador en tema desde el inicio o para presentación de personajes. En este caso se podría decir que está repleta de montajes entre el antes y el después, caso que más de la mitad la historia está contada en pasado haciendo hincapié en la tristeza, el golpe bajo y la violencia que sufría de niño; y hay muy poco que éste ubicado en la etapa presente. A su vez, también hay un abuso de secuencias de montaje entre el pasado y presente que pierden lógica y confunden al espectador, ya que algunas carecen de un hilo conductor y están puestas en ese momento solamente por azar.

Un guion que no sobresale

Acompañado del problema del montaje también esta el guion, sin demasiados matices y que  permite empatizar con algunos de los personajes, tal vez el que la película quiere que veamos con un tono “más penoso” sea el de Bev, que además de padecer su problema con las adicciones, siente que le transmite las frustraciones a su pequeño hijo y en cambio en contrapunto el de la abuela, que siempre aparece en los momentos más violentos o que sirve de apoyo moral que el muchacho necesita. El guion es de los factores que forman las falencias que posee esta película, la cual quiere ser más de lo que es y parece más un melodrama de telenovela y no lo que pretende contar.

Un punto menos por la estereotipación

En este punto es donde el largometraje termina de caer, actuaciones cliché y estereotipadas, los típicos personajes de la madre con problemas; el niño que sufre y la abuela sabia y salvadora: visto y revisitado en un millón de lugares diferentes; y la cuestión real hace hincapié en que para generar un momento muy dramático hay que gritar, recurrir al tono alto de la voz para sobresaltar al espectador y que trate de ponerse en el lugar de los protagonistas. Esto se ve en mayor medida con el personaje de Amy Adams que además de estar en un lugar común casi que está gritando la mayoría de la película como creyendo que de esa forma podíamos empatizar o sentir algo por el personaje. Lamentablemente eso no termina de suceder. Por el otro lado, Glenn Close, que recae en lo que harían todas la abuelas en esa situación pero  queda relegada a eso y nada más.

En conclusión, “Hillbilly Elegy” podría no ser una película sino una telenovela melodramática sin giros ni matices, con sobreactuaciones y clichés muy marcados que se amoldan a un guion pobre y una dirección sin nada que resaltar. No obstante, si bien este tipo de largometrajes suele caer en use lugar común hay algunos que lo abordan de una mejor manera o por lo menos más centrada y lineal.                                                                               

Si esta película está en busca del Óscar, o por lo menos las actrices (que hasta ahora tuvieron muchas nominaciones pero no lograron ganar ninguna), ojalá sea por otras opciones a futuro y no por este film, que probablemente pasará al olvido en poco tiempo.