A días del estreno de “Crímenes Imposibles” y habiendo sido premiado como “Mejor director de película extranjera” en el ECG Film Festival (Londres, 2019), “Cine Argentino Hoy” entrevistó a Hernán Findling. Conoce cómo se filmó el thriller psicológico que tiene como protagonista a Federico Bal. (Por: Andrea Reyes)
-¿Cómo surgió la idea de hacer la película?
-Viene de un guión premiado en el “Buenos Aires Rojo Sangre”, en el 2017. El guión es como la génesis de la película. Me contacté con la guionista Nora Sarti, porque si bien a mí me parecía muy buena toda la base del guión y muchos de los elementos, quería agregarle varios mensajes y situaciones a comunicar en la película como, por ejemplo, el comienzo, el final, la familia que tenía el detective… Es decir, varias cosas que no estaban en el guión original. Entonces, hablamos mucho con Nora y entre los dos empezamos a escribir lo que terminó siendo “Crímenes Imposibles”, en base a esa idea original de ella.
-Se hizo una adaptación…
-Sí, hicimos un nuevo guión tomando elementos del original.
-¿Logró lo que esperaba con la filmación de la película?
Estoy muy conforme con la película, realmente tenía muy en claro lo que quería decir, cómo la quería filmar, el tipo de final que quería, el tipo de sentimiento que imagino que en algunos de los espectadores lograré, y cierto mensaje de esperanza o de fe que quería comunicar. Siempre dentro del género del terror, que es un género que amo, pero quería determinadas cuestiones comunicar en la película, y te puedo decir que estoy conforme, creo que se comunican.
“Quería determinadas cuestiones comunicar en la película, y te puedo decir que estoy conforme, creo que se comunican”.
-¿En cuánto tiempo se filmó?
-Yo tengo mucha más experiencia como productor que como director. Estudié dirección pero me adecué más a mi parte de productor: los tiempos de rodaje, los presupuestos, equipo y determinadas cosas, realmente lo tengo muy en claro; entonces, la paute en cuatro semanas, que no es un lapso demasiado largo pero posible como para hacer un buen producto, más cierto tiempo de post-producción.
“La paute en cuatro semanas, que no es un lapso demasiado largo pero posible como para hacer un buen producto”.
-Al respecto del presupuesto para hacer cine en general, ¿cómo ve la situación de la industria cinematográfica en estos momentos del país?
-Hacer cine es un acto de fe. Yo me siento bendecido de poder vivir de esto; es increíble por la situación. Hacer cine en cualquier parte del mundo es muy complicado, y en la Argentina más porque las cosas son complejas de por sí, la situación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) es compleja, la situación del país también lo es. Entonces, tirarse a la pileta para hacer una película tiene muchos riesgos, pero bueno, por otro lado, es lo que uno sabe hacer, entonces así somos los que estamos en el medio audiovisual en la Argentina. Creo que somos emprendedores de por sí y lo que yo siempre digo es que: “En cine si la pensás mucho no la haces”. Hay que hacerlo.
“Hacer cine en cualquier parte del mundo es muy complicado, y en la Argentina más porque las cosas son complejas de por sí”.
-¿Qué tiene en cuenta para decir “Hay que hacerlo”?
Si uno tiene fe, está seguro de lo que hace y le pone la energía necesaria, ya el 50% está ganado. Tiene mucho que ver con el equipo que uno arma, tiene que ver con que uno sepa realmente qué tipo de película se quiere hacer, y se puede, cuesta mucho, pero se puede.
-¿Y qué pasa con la parte de la exhibición?
Ahí sí hay una especie de “cuello de botella” que hay que rever –desde mi punto de vista-. Quizás pueda haber muchas y muy buenas películas argentinas; pero si no hay un circuito de exhibición coherente, por más buenas películas que sean y por más festivales que hayan ido y premios que hayan ganado, la gente no las ve porque muchas de las cadenas priorizan el “pochoclo” y las ventas a las buenas películas; y eso es real y es algo que lleva muchos años. Las anteriores gestiones trataron de acomodarlo: se hizo la Ley de la cuota de pantalla (Ley 17.741), después se hizo tres o cuatro resoluciones que modificaron cosas que estaban mal…
-Pero si no se cumple estamos en la misma…
-Exacto.
“Si no hay un circuito de exhibición coherente, por más buenas películas que sean y por más festivales que hayan ido y premios que hayan ganado, la gente no las ve porque muchas cadenas priorizan el “pochoclo” y las ventas a las buenas películas”.
-Igualmente en el caso de “Crímenes Imposibles”, se estrena el 31 de octubre en 100 salas en todo el país… Es un excelente arranque.
-Exactamente. Tuvo que ver con que una empresa norteamericana tomó la película para las ventas, anduvo muy bien en festivales, tiene a Federico Bal, que fue una apuesta muy grande pero que es una figura muy conocida, y la película gustó mucho a BF + Paris Films que, a su vez, también se están arriesgando con este film.
-A propósito, ¿cómo surgió la idea de incorporar a Fede Bal para la película?
La historia con Federico es que yo produje “Rumbo al mar”, que fue su anterior película (junto a su padre, Santiago Bal). Si bien es otro tipo de film, tiene otro tono, es un largometraje totalmente diferente a éste; viéndolo como productor y con ojos de director -ya tenía el guión de “Crímenes Imposibles” que iba a ver quizás otro protagonista más estándar dentro del medio-, sobre todo en las partes dramáticas de “Rumbo al mar”, me di cuenta que tenía pasta, que lo podía hacer. Charlamos mucho con el productor (Gabriel Lahaye) de esta película, tuvimos dudas, no lo niego.
“En las partes dramáticas de ‘Rumbo al Mar’, me di cuenta que (Federico Bal) tenía pasta, que lo podía hacer”.
-¿Por su lado mediático?
Por el lado mediático, por el papel que es muy jugado dramáticamente; pero él se comprometió y realmente se puso la película al hombro. Tuvimos muchas charlas, mucho ensayo, tomó clases particulares, analizamos cada una de las escenas para charlar del personaje, para darle variantes e inclusive yo tenía muy en claro el puesta de cámara porque conozco mucho de cine de terror, y le decía: “Bueno el susto funciona poniendo la cámara de este lado, pone la cara de tal manera”. Fue todo muy planeado y creo que el resultado es bastante bueno.
“Él (Federico Bal) se comprometió y realmente se puso la película al hombro”.
-¿Por qué eligió incluir algunos momentos de humor a través del personaje de Marcelo Sein?
A Marcelo (Sein) lo conozco de antes y lo vi desde siempre en el personaje del acompañante del detective (Federico Bal). Su rostro, además de ser muy buen actor, era perfecto; y creo que son tan dramáticas muchas partes de la película que era como imprescindible tener algo de humor. Lo ensayamos mucho con él, salieron muchos más chistes de los que quedaron en la película; pero traté de poner cada determinados minutos, algo de humor, un susto cada 7 u 8 minutos, un giro cada ciertos minutos; y elegimos los que nos parecieron los mejores, que son tres o cuatro que quedaron en la película. Descomprime un poco.
-Por último, ¿qué expectativas tiene con la presentación de la película en nuestro país?
Pregunta compleja. Soy optimista de por sí en todo lo referente al cine. Nos estamos jugando tanto BF París como Gabriel Lahaye como productor. En la parte de festivales y de ventas, la película está muy bien, tenemos incluso posibilidades de hacer cosas en el exterior muy interesantes. Creo que es un buen producto, lo estamos lanzando lo mejor que podemos dentro de lo que se puede, porque no es un “tanque”, no tenemos el dinero atrás para lanzar el film como un “tanque”; entonces, mis expectativas son buenas.