Halloween Ends es el final de la nueva trilogía que comenzó en el 2018, de la mano de David Gordon Green 40 años después de una obra maestra creada por John Carpenter.
La dirección y el guion sigue a cargo de David Gordon Green, al igual que la producción, realizada por Jason Blum.
Cuatro años después de los eventos sucedidos en Halloween Kills, Laurie está viviendo con su nieta, Allyson, y terminando de escribir sus recuerdos. Michael Myers no ha sido visto desde ese entonces. Pero a pesar de que Laurie trata de vivir otra vez de una manera diferente, Haddonfield es presa de la histeria colectiva por el miedo que Michael Myers ha provocado. Esto trae consigo nuevos sucesos que harán que la paz de Laurie sea alterada nuevamente.
Solo cambia de forma
En esta nueva entrega, Laurie Strode tiene una vida mucho más pacífica escribiendo sobre su pasado y lo que sufrió por culpa de Michael Myers. Por otro lado, Allyson se volvió algo solitaria, pero está tratando de afrontar su vida luego de la muerte de sus padres y amigos.
Pero a pesar de que ambos personajes quieren superar su miedos y traumas, en Halloween Ends se siente que ya no son los mismos, ambos perdieron la esencia que emanaban en las dos películas anteriores. Es como si Laurie y Allyson fueran dos personajes nuevos, muy extraños y ajenos a sus orígenes, lo que le quita mucho dinamismo a la historia.
Por otra parte, hay otro personaje que toma las riendas y comienza a provocar terror de una forma inconsciente. Una mala suerte de Jeffrey Dahmer, que parece ser poseído por la maldad de Michael Myers. A pesar de que Rohan Campbell, quien encarna a este personaje, no lo hace mal, no aprovecharon un mejor desarrollo para él, no lo suficiente para que pueda ser realmente bueno. Por lo que también se siente desfasado de lo que quiso mostrarnos el guion, como si fuera una segunda película en ocasiones.
El regreso
A pesar que Gordon Green vuelve como director y guionista, parece que lo hecho en esta nueva entrega no logró acoplarse a las dos anteriores. Es muy ajena a las demás y es como si solo hubieran estrenado Halloween Ends para terminarla de una vez por todas.
No tiene un final digno, o al menos, no para ser el final de la trilogía. Se desperdiciaron muchos personajes potables y, es más, se tiró por la borda lo que habían construido sobre Haddonfield contra Michael Myers en Halloween Kills.
Un problema que esta saga viene repitiendo de décadas anteriores es el mal cierre de sus personajes y principalmente, el de su antagonista, que es la figura central de todo el relato. Desde la maldición de la espina hasta la maldad encarnada, siguen sin estructurar bien a uno de los personajes más icónicos del cine del horror.
En resumen
La película dirigida por David Gordon Green solo trae de regreso a Laurie Strode y Michael Myers para cerrarla de una forma nada elegante. No se siente como un final verdadero, es como si fuera una película de “terror” más.
The Shape (La forma), The Boogeyman (El hombre del saco) o El mal encarnado, como muchos otros nombres que este gran personaje tiene, no es más que un mero complemento en esta entrega. No da el espectáculo que dio en Halloween (2018) o Halloween Kills.
A pesar de que Jamie Lee Curtis cierra su personaje, al igual que Andi Matichak, interpretando a la nieta de Laurie Strode, no es un buen final. Decepciona ver cómo el tren se descarrila en la última estación.
Sí cabe destacar cómo Blumhouse Productions continúa ambientando el cine del horror con grandes efectos, tanto prácticos, como especiales y en cómo saber ubicar al espectador en un pueblo chico con un infierno grande. De forma gráfica, ambiental y musical, en la cual se encuentra el mismísimo John Carpenter, Halloween sigue siendo la misma de siempre, pero en todo lo demás falló y por lejos.
Halloween Ends
Dirección - 40%
Guion - 40%
Actuación - 50%
Musicalización - 80%
Fotografía - 90%
60%
Un final con sabor a poco, que no llega ni por cerca a ser tan buena como sus dos entregas anteriores y que tampoco le da un buen argumento a sus protagonistas y antagonista.