En el marco del Proyecto de la Ley Ómnibus y el DNU impulsado por el presidente Javier Milei y las resistencias por parte de lxs trabajadores de la cultura ante el desfinanciamiento del INCAA, el cierre del Instituto Nacional del Teatro y la desaparición del Fondo Nacional de las Artes, con Cine Argentino Hoy, tuvimos la oportunidad de conversar con Fernando Krichmar, cineasta y documentalista vinculado al INCAA.
-¿Cómo afectaría la Ley Ómnibus al INCAA desde tu experiencia y tu trabajo en el instituto?
Desfinancia al INCAA tremendamente. Lo que desfinancia es cómo se forma el fondo de fomento que se forma con el 25% de las entradas y el 25% de las publicidades que se emiten en medios a través del ENACOM (Ente Nacional de Comunicaciones)…es la gran parte de lo que está entrando actualmente y no mucho más.
Es una Ley que tiene un sesgo autoritario porque elimina el concejo asesor donde están los directores, los productores, y los representantes de las provincias… el órgano que controla el presupuesto y nombra los jurados con los que se desarrolla el cine independiente argentino.
El cine independiente argentino es el que más se vería afectado: el cine que no tiene una productora. Otra de las cuestiones es que prohíbe gastos de administración. Sólo vas a poder afrontar una película si tenés una empresa importante atrás. Esto no sólo afecta a las grandes empresas nacionales, sino fundamentalmente es una alianza con las plataformas”.
De alguna manera se va ocupando todo el espacio simbólico y económico que hay alrededor del cine. Partimos de lo simbólico porque evidentemente están queriendo copar el mercado mundial y generar productos o contenidos que con una visión bastante conservadora…Las cuatro cinco empresas más grandes del rubro, que han eclipsado un poco lo que se produce en Hollywood.
Las plataformas están mucho más encima de lo que llamábamos las ‘Mayer’, sobre todo en cuanto a su impacto en el público. Todo eso, más buscan convertir el Ministerio de Cultura en una especie de dependencia secundaria, eliminar el Instituto Nacional del Teatro (de donde surgen los actores) y…todos los días se dan 100 obras de teatro, porque mueve el turismo y mueve mucho otras industrias más allá de lo cultural’.
-Se habla de que con la Ley Ómnibus, se pasaría a producir películas a partir del pedido de créditos a los bancos, ¿cómo sería eso?
‘La Ley de Cine plantea que la tercera fuente de ingreso, es el alquiler de fotogramas grabados y en ese sentido planteamos que hay que ver que pasa con la plataformas. Durante el gobierno anterior fue una gran discusión. Luis Puenzo nos recibió, nos recibió Casa Rosada, los grandes directivos para Latinoamérica de Netflix, y otras plataformas más junto a Suar, Tinelli…una falta de decisión política para cobrarles realmente el impuesto que corresponde según la ley argentina. Solo quieren empresas grandes que piden un crédito y probablemente se lo den, o no.
Antes, el Fondo de Fomento Cinematográfico…te daba créditos a una taza mucho más razonable de la que te da un banco y con muchas menos exigencias. La devolución era justamente la obra y parte de los derechos de la obra. La mayor parte eran subsidios para gente que recién estaba empezando.
La mitad de las producciones son prácticamente documentales a partir de la creación de la vía digital que se creó con mucha lucha en la calle de la gente de DOCA, la asociación de documentales. No fue una concesión por parte del kirchnerismo, todo lo contrario fue garantizar que hubiera comités donde estuvieran representantes de todas las asociaciones. Hubo comités con un nivel importante, con todos tipos reconocidos no solo aquí sino a nivel mundial y esos eran los que determinaban si se hacía o no un documental…
El INCAA es arte y produce arte. Los documentales son proyectos artísticos. Si va para un lado o para el otro en lo ideológico no es el centro del debate. Lo que quieren evitar es el acceso irrestricto, sin pedido de antecedentes como es la vía digital con un subsidio que es un 10% de una película nacional…A partir de la vía digital que se creó esto en 2007 se habrán hecho alrededor de 1500 documentales y además se han ganado premios en todo el país.
Muchos juzgan los documentales por cuánta gente metió en un cine, otro problema que tiene la industria, que no tiene dónde exhibir en general.
Muchos de esos documentales, 20 años después, se están dando en la Universidad…se están dando como material de estudio en escuelas. Ahí esta el otro debate: ¿tenemos que pensar el cine solamente como una cuestión económica? ¿Cuánto entra y cuánto sale? ¿O también hay una cuestión de identidad cultural y de soberanía cultural atrás de eso? En todo caso, ¿será que si no hay un cine exhibidor en un país como este, será que habrá que impulsar más los cines estatales como el Cine Gaumont?
Generar más espacios como ese o generar una política más activa para llegar a un público mayor con el cine argentino. Todo eso se hace con financiamiento virtuosa, porque viene a explotar el movimiento económico de la propia industria audiovisual y genera mucho más de lo que saca y genera un gran movimiento económico alrededor de las películas y otras muchísimas cosas a nivel económico, sin hablar de lo simbólico’…
-¿Cómo ves la situación del INCAA y la cinematografía hacia el interior del país?
-El ENERC fue una de las políticas más virtuosas que tuvo el instituto, porque apuntaba a una desigualdad en cuanto a federalismo y del acceso de la gente al cine, tanto a producirlo como a consumirlo…La ley elimina directamente el financiamiento del INCAA y del ENERC…tendrán que cerrar todas las subsedes que abrieron.
Hay una cuestión política de fondo que mucha gente sobre todo de las provincias no percibió, que este es un proyecto profundamente unitario.
Incluso en el cierre de campaña de Córdoba, de Milei, reivindica a Urquiza, que supuestamente terminó con el centralismo porteño. En la batalla de Pavón, Urquiza hace un arreglo con Mitre (el dueño del Diario La Nación). Se fundó la Argentina Liberal, totalmente centrada en la exportación con Buenos Aires como centro exportador y como centro de toda cultura y toda posibilidad de hacer algo distinto, solo producir materias primarias. En Córdoba eran 8 cuadras de gente gritando ‘si se puede’ y todo eso…
El proyecto tira para atrás el federalismo. Cuando desfinancian el INCAA no se joden los porteños, las que se van a joder son estas 6 subsedes en los últimos años del ENERC y la pequeña posibilidad de producción que esta habiendo en las provincias”.
Algunas nos tan pequeñas, como Santa Fe, Tucumán, está habiendo cine patagónico también que antes no se veía o se veía pero porque los productores se iban a vivir a Buenos Aires.
-¿Cómo ves la situación respecto del ENERC como instituto de formación?
No se puede seguir así como está…Va a haber es mucha lucha. Yo que vengo del cine documental, estamos siendo fomentados por el estado desde 2006 y antes fue toda una historia de persecución, de clandestinidad, hasta de muerte y de exilio. Es un cine que está relacionado con la resistencia y los alumnos del ENERC están muy organizados. Hubo una asamblea de casi 1000 personas de Unidos por la Cultura, está habiendo asambleas en todo el país, incluso en lugares muy pequeños. Se va a tratar de hacer frente a esto con lucha y si se pierde un año de cursada, se pierde. No es una tragedia sobre todo porque luchando también se aprende.
Luchar para restablecer un derecho que es de todo el pueblo: tener cine, tener teatro accesible a todo el mundo.
En el sentido de una fuente de formación, de pensar al país desde lo cultural, desde lo artístico. No creo que con lo que entra de las entradas no alcance más que para pagar los sueldos y hay que ver si eso incluye los contratos de los profesores del ENERC, la mayoría son contratados.
Este proyecto no tiene nada nuevo, es el proyecto de Roca, de Sarmiento, es el mismo proyecto que la misma oligarquía dijo esto no va más e hizo la Ley Sans Peña para hacer entrar al pueblo, algo que pasó en 1916. La época de oro de la que habla Milei fue antes de eso.
-¿Cuáles son los próximos pasos que se plantearon con la gente del INCAA para hacer frente al proyecto de ley?
El 10 de enero va a haber un ‘Proyectorazo’ en la Plaza del Congreso, el 20 también una Jornada Nacional de Protesta de la Cultura de todo el país, y adherimos al paro del 24…vamos a tratar que sea de lo mas activo.
Por ahora eso, entendiendo que se trata de un gobierno ratificado en las urnas y que lamentablemente será el inicio de un camino que calculo que será largo y de sufrimiento. Vamos a tratar que ellos sufran más por toda esta idea de volver 100 años para atrás, donde había 80% de analfabetismo, con epidemias de cólera y todo lo que había en ese momento. Imaginate ahora con el COVID.
Nosotros como DOCA, grupo de documentalistas argentinos estamos organizados en Unidos por la Cultura que arma asambleas de grupos de teatro y testamos en la más especifica de cine: Cine Unido. Esas son las plataformas en las que estamos interviniendo y también promoviendo todo lo que es el debate interno para estar preparados incluso a nivel seguridad porque también prometen balas, represión.