La serie está íntegramente filmada en la ciudad de Tafí Viejo, Tucumán y narra la historia de dos jóvenes veinteañeros de diferentes clases sociales que se conocen en un festival.
Ana y Mauro experimentan un flechazo y atraviesan la pasión en medio de un escenario con plantaciones de limón y viejas vías abandonadas de los trenes argentinos. Pero la “luna de miel” se ve eclipsada cuando, al regresar de una noche idílica en las yungas, bajo un paraíso tucumano, saltan a la luz conflictos tanto ajenos como personales, así como viejos problemas entre ambas familias que resultarán difíciles de ignorar. La pregunta es si podrán desligarse de esos inconvenientes, y si el amor es capaz de romper esa grieta.
La historia de amor entre dos jóvenes nacidos en la década del dos mil, en una Argentina en crisis, es el conflicto central, sí, pero funciona también como puntapié para tocar temas históricos y problemáticas sociales que se integran perfectamente a la narrativa. Tafí Viejo reúne todos los condimentos para tener una historia sólida, sin que ninguna trama quede “colgada”. Sin caer en clichés, aborda cuestiones como la crisis económica -y en este punto en especial enfatiza en cómo algunos personajes tienen que romperse el lomo para llegar a fin de mes, mientras a otros no les depositan el sueldo hace meses- , y profundiza en la organización sindical, la represión y los abusos de poder.
La historia de nuestro país también está presente en la serie. El cierre de los talleres ferroviarios de Tafí Viejo se aborda con precisión y sensibilidad, sin quedar fuera de lugar, sino acoplándose orgánicamente al relato. Esa trama histórica se enlaza con las vivencias de los personajes y funciona como telón de fondo que da espesor a los conflictos personales. Así, el pasado industrial que alguna vez definió la identidad del pueblo se vuelve parte del presente narrativo, resignificando el contexto social y emocional en el que se desarrolla la historia.
Las actuaciones son frescas y convincentes. La serie está cargada de idiosincrasia y referencias culturales; el ritmo es rápido, es entretenida sin necesidad de ultra ficcionalizar todo. Supone un recorrido por aquello que nos interpela a los argentinos: el amor, la familia, tirar para adelante cuando todo está cuesta arriba, la amistad, los vínculos, la cultura.
Bajo paisajes espectaculares y una fotografía de lujo, esta producción nacional, con la premisa de una historia sencilla, logra un buen timing, y nos embarca en una trama federal que combina suspenso, historia y reflexión. En cierta medida, esta historia de amor parece una grata excusa para hacernos pensar en el gran país que tenemos y en el deterioro que ha sufrido en los últimos años.
Tafí Viejo es una historia de amor, pero también una serie que funciona como trinchera de resistencia cultural.
ELENCO
Laura Grandinetti, Emanuel Rodríguez, Luis Machín, Lili Juárez, Sergio Prina, Juan Palomino, Daniel Elías, Lautaro Delgado Tymruk, Paloma Contreras, Camila Plaate, Isaías Salvatierra, Ruth Plaate, Oscar Zamora, Manina Aguirre, Kika Valero, Facundo Basso, Joel Alonso Quírico, Fernando Solórzano,
Lali Carhuavilca, Torpedo Soria.
Con la participación especial de Luciano Cáceres.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Eduardo Pinto
Guion: Gabriel Macias, Natalia Torres y Eduardo Pinto
Producción general: Javier Noguera
Producción: Deborah Luz Solórzano, Fabián Darmanin , Peter Vincent y Marcos Acevedo
Producción ejecutiva: Agostina Bryk , Deborah Luz Solórzano y Eduardo Pinto
Dirección de fotografía: Alejandro del Campo (ADF) y
Germán Costantino (ADF)
Dirección de arte: Lucila Grossman
Dirección de sonido: Fernando Gallucci
Música Original: Alejandro Rodríguez y Marcos Rodríguez.
Diseño de vestuario: Sandra Mora
Maquillaje: Gabriela Papa
Edición: Juan Pablo Di Bitonto (EDA) e Iván Baldana
Asistencia de dirección: Lisandro Minahk
Jefe de producción: Matias Minahk
Foto fija : Mateo J. Roodschild
Prensa: Analía Sánchez