Babylon Berlin es un verdadero objeto de lujo pues tiene el record de ser la serie alemana más cara de la historia y la más costosa de habla no inglesa jamás producida.
Un hombre desanda los pasillos de la memoria. “Lo llevaré al origen del miedo”, sostiene una voz mientras los ojos de Gereon Rath (Volker Bruch) se cierran lentamente. Ese retorno al pasado le significará al protagonista revivir escenas y recuperar detalles para entender el presente que lo ofusca. Luego, un tren y sus bocanadas de humo inundan la pantalla. La superposición de imágenes anticipa ese viaje a un tiempo otro donde las confabulaciones y los favores impagos resultan cruciales.
Babylon Berlin -creada, dirigida y escrita por Tom Tykwer, Achim von Borries y Henk Handloegten- es un drama policial histórico que transcurre durante el ocaso de la República de Weimar (1919-1933). Más precisamente, en 1929, cuando el detective Rath es enviado desde Colonia -su ciudad natal- a Berlín para trabajar en la Brigada Antivicios. Su objetivo es capturar a un pornógrafo dedicado a extorsionar políticos con material fílmico que conserva en su poder. Esta línea de acción se complejiza a medida que se suceden los hechos y las historias de los otros personajes afloran.
En esta serie, el cuerpo es el mensaje y se construye como zona de contacto entre lo privado y lo público. Esto se evidencia, por ejemplo, durante la filmación de una escena bíblica –una versión para adultos- donde ambos espacios colisionan. Mientras el director observa y supervisa el movimiento de los cuerpos en pleno acto, la policía irrumpe en el set. Frente a su inminente detención, el director sostiene: “Párrafo 118. El arte es libre. Tendrás que probar que no soy un artista”. Los cuerpos, que actúan o recrean un encuentro sexual, devienen obras de artes y el pornógrafo un artista que recurre a las leyes que lo protegen como creador.
Pero no se trata solo del cuerpo desnudo, sino también del cuerpo que padece. Tal es el caso del detective cuya enfermedad, si no cuenta con la medicina necesaria, lo hace convulsionar. Perder el control de su cuerpo sería deshonroso para su vida pública. El mensaje, que un cuerpo enfermo transmite, es de debilidad. Esto lo advierte cuando, tras arrastrar a ex policía, su compañero se burla de la enfermedad que lo llevó a retirarse de las fuerzas de seguridad.
Esta construcción en espejo entre el detective y el ex policía se asemeja a una escena donde Charlotte Ritter (Liv Lisa Fries) se pinta los labios en una cámara-espejo. Del mismo modo en que ella puede mirarse a sí misma, Rath se mira en ese cuerpo que tiembla en el techo mientras los pájaros forman figuras imposibles en un cielo despejado. Del cuerpo desnudo o enfermo al cuerpo-escenario que baila en las performances musicales en un cabaret signado por la ostentación.
En suma, Babylon Berlin (2021) hace del cuerpo un espectáculo, potenciando las características propias de cada personaje. El cuerpo adopta diferentes matices a la vez que trama la historia. Cuerpos fastuosos, enfermos y lujuriosos atraviesan las escenas cuidados por impecable trabajo con la fotografía.
Estrena este jueves, a las 22hs, por Europa Europa, disponible también en Flow al día siguiente de su emisión.
Actuación - 95%
Arte - 100%
Fotografía - 100%
Guión - 85%
Música - 85%
93%
Babylon Berlin (2021) es una serie que reúne todos los condimentos necesarios para atrapar al espectador desde la primera escena.