El pasado 31 de diciembre se estrenó en Netflix el drama y thriller psicológico ”La hija oscura” (título original en ingles, ”The Lost Daughter”), la ópera prima de Maggie Gyllenhaal. El filme, ganador a mejor guion en el Festival de Venecia, se encuentra basado en la novela ”La figlia oscura”, de la escritora italiana Elena Ferrante.
La ficción comienza con la llegada de una profesora inglesa de literatura italiana de 49 años llamada Leda (Olivia Colman) a una isla griega. Leda, quien desde los primeros minutos del filme ya podemos percibir que esconde algún tipo de secreto, parece buscar un sitio alejado, tranquilo y apacible para pasar sus vacaciones. Pronto Leda conocerá a Nina (Dakota Johnson) y a su hija pequeña, lo que la llevará a revivir su pasado problemàtico como madre de dos niñas en su juventud.
A través de lo que le va aconteciendo internamente a Leda durante sus vacaciones en la isla, ‘La hija oscura” resulta en una crítica a los cánones que nos impone el patriarcado como mujeres y madres dentro de la sociedad. En un momento como el que estamos viviendo, en el que los roles de género parecen encontrarse más que nunca en crisis, el filme se atreve a tratar un tema generalmente tabú y poco explorado en el cine como lo es la maternidad en conflicto y desde la perspectiva de la inseguridad y el abandono.
El filme maneja una estética inquietante que intriga al espectador y la espectadora a partir de la perfecta mixtura entre lo que acontece en el presente de Leda en la isla y la serie de diversas situaciones que ella misma tuvo que atravesar en el pasado junto a sus hijas. El pasado y el presente se mezclan constantemente confundiendo al público a partir de diálogos que parecen fundirse en un eco y a través de planos cerrados centrados en los gestos de Leda y de quienes la acompañan a través de su historia, tanto en su juventud, interpreada por Jessie Buckley como en su estadía en la isla.
De lo expuesto y en función de lo que parece transmitir “La hija oscura”, no es de extrañar que una frase como la del filme, “soy una madre innatural”, nos resuene durante todo lo que dura la cinta y nos haga preguntarnos por lo que se espera de nosotras como mujeres en la sociedad. Sin dudas, esta es una ficción que se plasma como un drama y al mismo tiempo como un thriller psicológico que, girando en torno a los conflictos existenciales de la protagonista como madre, nos mantendrá atentos y expectantes hasta el final.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Maggie Gyllenhaal – Guión: Maggie Gyllenhaal – Fotografía: Hélène Louvart – Música: Dickon Hinchliffe – Elenco: Olivia Colman, Dakota Johnson, Peter Sarsgaard, Jessie Buckley, Paul Mescal, Oliver Jackson-Cohen, Ed Harrks, Dagmara Dominczyk, Alba Rohrwacher – Producción: Endeavor Content, Faliro House, Pie Films, Samuel Marshall Productions – País: Estados Unidos-Reino Unido-Israel – Año: 2021.
Calificación
Montaje
Dirección
Arte y Fotografia
Música
Actuación
En general, el film logra su objetivo: conmover, incomodar e impacientar al espectadory la espectadora