El nuevo film del cineasta, músico y Dj francés Quentin Dupieux llega a los cines del país, el próximo jueves 16 de mayo. Un nuevo relato surrealista, como ya nos tiene acostumbrados, en donde los géneros de la comedia, el drama y lo fantástico se mezclan para concedernos una extraña, pero divertida película. La cual, se construye mediante los hilos de una trama sencilla, que consigue ser atrapante y entretenida.
La pareja de cuarentones formada por Alain (Alain Chabat) y Marie (Léa Drucker) visitan una casa con intenciones de comprarla, de estructura elegante y de aspecto modernista, en los lejanos suburbios de París. Acompañados por el agente inmobiliario Franck Chaize (Stéphane Pézerat), quién los convence rápidamente a hacerse de ella, sobre todo sobre el final de la visita al mostrarles un sótano de características muy especiales. Una especie de máquina del tiempo en el que al bajar puedes rejuvenecer tres días, a la vez que avanzas 12 horas.
Sin embargo, lo que hace que el conflicto general se vuelva interesante más allá de “La máquina del tiempo” es la enorme diferencia entre las personalidades de Alain y Marie. Ella se obsesiona con ese sótano misterioso y la posibilidad de ser más joven cada día. Claro, para esto debe bajar de forma continua todos los días y casi sin detenerse en su presente, si es que quiere volverse una joven mujer, sin arrugas en su rostro. Mientras que él, ha decidido seguir con sus cosas sin darle importancia a ese extraño sótano, compartiendo así, cada vez menos su vida con Marie.
En este sentido, la película desarrolla una buena idea, que quizás tenga su punto más alto en el guion y en las actuaciones. Dejando en evidencia una falta de creatividad en la puesta en escena. Por tanto, aquellas escenas donde se busca reflejar esas doce horas en las que Marie decide bajar hacia el sótano para desaparecer por completo, no llegan a ser lo suficientemente atractivas que podrían ser si se aprovechase en su totalidad ese curioso pasadizo que es un viaje en el tiempo.
En definitiva, un relato que busca exponer, a aquellas personas que no pueden aceptar el paso del tiempo y continúan deseando la belleza de una eterna juventud, pudiendo así terminar cerca de la locura. Expresado esto, con un tono absurdo, evitando la profundidad de un drama y cayendo inevitablemente en el humor negro.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
La pareja de cuarentones formada por Alain (Alain Chabat) y Marie (Léa Drucker) visitan una casa con intenciones de comprar, de estructura elegante y de aspecto modernista, en los lejanos suburbios de París. Acompañados por el agente inmobiliario, quién los convence rápidamente a hacerse de ella, sobre todo sobre el final de la visita al mostrarles un sótano de características muy especiales. Una especie de máquina del tiempo en el que al bajar puedes rejuvenecer tres días, a la vez que avanzas 12 horas.