El primer largometraje de la directora española Ainhoa Rodríguez se presenta en la 8a edición de Espanoramas, la muestra de cine español organizada por la embajada de España y los tres centros culturales de la cooperación en Argentina. Su proyección tendrá lugar en Cinépolis Recoleta (Vicente López 2050, CABA) el sábado 9 de abril a las 22Hs.
A orillas de un lago y durante la caída del sol, dos mujeres bailan desenfrenadas, se abrazan e insultan con la mirada hacia el cielo. Como si recibieran un aire nuevo, distinto, especial como un mensaje de libertad. Parecen no importarles nada. Mientras, la cámara las toma con un plano panorámico de un bello paisaje que recibe la cercanía del anochecer.
De esta manera, con esa apariencia de libertad que quizás no sea tal, se da inicio al film. Un relato que narra la historia de un grupo de mujeres, de un pequeño pueblo de Badajoz, el cual se insinúa aletargado en el tiempo y con síntomas de desaparecer. Pero es allí donde estás mujeres se muestran en plenitud, se reúnen, ríen y lloran, manteniendo vivo el lugar, ese sitio que existe por ellas, al igual que ellas existen por él.
Entre imágenes cercanas al cine documental que se fusionan con escenas de tono surrealista, se desarrolla este relato colectivo, en donde las distintas historias parecen encontrarse en un punto fundamental. El deseo femenino reprimido por ese universo patriarcal y la codicia de liberación estancada, como ese pueblo que las retiene y en donde parece no pasar el tiempo.
Una película construida sobre una amplia diversidad de tonos, que emergen desde el absurdo para pasearse por el humor y la crítica. Con situaciones variopintas de las habitantes mujeres, dejando a un segundo plano a los hombres del lugar, para de alguna manera recaer tanto en la opresión femenina, como así también en el olvido de un pueblo de zona rural.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Un relato que narra la historia de un grupo de mujeres de un pequeño pueblo de Badajoz, el cual se insinúa aletargado en el tiempo y con síntomas de desaparecer. Pero es allí donde estás mujeres se muestran en plenitud, se reúnen, ríen y lloran, manteniendo vivo el lugar, ese sitio que existe por ellas, al igual que ellas existen por él.