La historia teatral dramática tiene momentos muy emotivos, matizado con pizcas de humor donde se rompen los paradigmas de urbanidad y ruralidad. por Javier Erlij
Tres excelentes actores interpretan esta pieza a través de una delicada dirección. Los intérpretes ponen el cuerpo a una historia en que la tranquilidad de una tarde de provincia se ve interrumpida con la llegada de la prima porteña, que es enviada a vivir con su tía y hijo discapacitado al campo como castigo por haberla encontrado su progenitora con un porro.
Una comedia dramática con momentos muy emotivos matizado con pizcas de humor donde se rompen los paradigmas ciudad versus campo. La llegada de un tercero, en este caso la prima, llena de luz, generando transformaciones a a ese binomio conformado por la madre y ese hijo, que como en la novela de Julio Sanchez Gardel, “Los mirasoles”, sigue a su prima como si fuera el sol de la vida que le falta en esa relación asfixiante con su progenitora.
El elenco está compuesto por Guido Botto -en el conmovedor papel del hijo- Luciana Grasso -como la prima compone en una acertada personificación- y la actriz Silvia Villazur, como esa madre que todos podemos llegar a odiar y amar al mismo tiempo.La acertada dirección está a cargo de Lorena Romanín.