Cuando somos chicos, muchas veces es muy complicado lidiar con nuestras propias emociones, ni hablemos cuando se trata de compartirlas con alguien, ya sea familia o amigos. A partir de esta dificultad se crea un film como Close, de Lukas Dhont, que ganó el premio del jurado (Grand Prix) en la última edición del Festival de Cannes y se proyectó en el Cine Gaumont durante la Semana de Cine del Festival de Cannes. La misma concluye el 4 de diciembre con la segunda función de El Triángulo de la Tristeza, que obtuvo la Palma de Oro el pasado mes de mayo.
Leo (Eden Dambrine) y Rémi (Gustav De Waele) son amigos de toda la vida, casi hermanos. Un día, un grupo de compañeros les pregunta, sugiere, si esa amistad puede es algo más; algo se quiebra entre los dos. Cuando ocurre una tragedia, uno de ellos debe cuestionarse y enfrentar sus propias acciones.
Toda la película recae sobre las actuaciones de sus protagonistas, pero más especialmente de Eden Dembrine. El joven logra que el espectador conecte con sus emociones y con su dolor. Desgarrador.
Aunque la cinta dura un poco más de una hora y media, puede parecer un poco lenta, pero no se siente para nada pesada porque su eje es la sensibilidad y eso traspasa la pantalla. En esto los silencios que tiene son claves.
El film no llega a contestar todas las preguntas, lo que quizás no satisfaga, pero para ser sinceros, en la vida real ocurre exactamente lo mismo. A esa edad, nadie tiene las respuestas.
Close deja las puertas abiertas para un gran debate con respecto al bullying y la validación de emociones y cómo una persona lidia con ellas. Y por esa razón, Lukas Dhont hizo un gran producto que tiene grandes chances de ser nominada al Oscar como Mejor Film Internacional.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Close es una película un poco lenta pero segura en su temática. Se centra en las emociones de un chico y cómo lidia con ellas en medio de una tragedia personal.