“Amancay” Crítica. Testigos de la vida

El film ganó el gran premio de la Competencia Argentina del festival BAFICI

Como seres humanos existen momentos en los que somos meros testigos de lo que nos pasa alrededor. Este es el caso de Amancay, de Máximo Ciambella, que formó parte de la Competencia Argentina en la última edición del Festival BAFICI y ganó el Gran Premio

Con un poco más de una hora de duración, la cinta se enfoca en la vida de dos amigos (Adriano La Croce y Lucia Aráoz De Cea) que están dentro de una relación que ni ellos etiquetan. Sus experiencias juntos, y por separado, llevan a quedarse reflexionando sobre varios temas después de verla.

Con planos sin mucho movimiento, el espectador cumple con su rol de testigo de estas dos personas marcadas por la vida y la muerte -abortos, nacimientos y fallecimientos recientes salen a flote-; y sin juzgar a ninguno logran traspasar la pantalla al igual que dan ganas de charlar con ellos. Son personajes tridimensionales y naturales.

El realizador pareciera dejar el guion de lado, en el buen sentido de la frase: cámara fija, actores en plano y que sea lo que tenga que ocurrir. Todo lo que queda se puede resumir en dos palabras: dejar ser.

Calificación

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación

Amancay es una película que involucra al espectador con conversaciones que dejarán reflexionando a más de uno

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Maria Paula Iranzo

Periodista, Locutora, Actriz de Voz, Artista. Fan de Marvel, Guillermo del Toro y William Shakespeare. More »

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