El corazón nuevamente enlutado en el mundo del espectáculo vernáculo. A los 67 años y después de sobrellevar un delicado estado de salud durante años, acaba de fallecer, a causa de un paro cardiorrespiratorio, Carlos Andrés Calvo, el querido “Carlín”.
Apartado durante una década de la actuación, por las consecuencias de los diferentes cuadros de ACV que tuvo y el cuidado intensivo que debió recibir de parte de personal especializado y el amor de su familia; Carlín llevó su enfermedad con dignidad y mantuvo el mismo espíritu vital de sus años de esplendor.
Fachero, porte de galán porteño, simpático, entrador y seductor; se ponía al público en un bolsillo con su histrionismo y ocurrencias, dentro y fuera del espectáculo, haciendo suspirar a las mujeres (tuvo varios romances con famosas, hasta que sentó cabeza y logró formar una familia) y llevando a los hombres a repetir algunas de sus frases famosas (es una lucha…).
Empezó a trabajar en el teatro vocacional, hasta que consiguió llegar a la televisión en los años ochenta con un exitazo, “El rafa”: recuerdo cuando le hice una entrevista para la revista Siete días, con su personaje de El cholo, hijo del canillita que componía Alberto de Mendoza y ambos se disputaban el amor de Alicia Bruzzo y Calvo solía decirme que era la primera nota importante de su carrera. Un momento inolvidable con un muchacho sencillo, cariñoso y barrial. Siguió escalando posiciones con “Amigos son los amigos”, “Juan sin nombre”, “R.R.D.T.” y “Drácula” (donde tuvo su primer episodio cardiovascular) y “¡Hola papi…!”.
Por su gran timing para la comedia, a comienzo de los años noventa era de los máximos ídolos, ya dejando de lado al galancito para convertirse en un comediante de primera. A pesar de su porte de galán, no pudo enganchar en las telenovelas, pero siguió brillando en la tv con otro tipo de programas y también en el teatro. Sus comienzos en el medio fueron sus participaciones en “La lección de anatomía” y “Equus”, hasta llegar a sucesos como los de “Extraña pareja”, “Taxi”, “El prisionero de la quinta avenida”, “Mamá”, “Casi un ángel”, “Risas en el piso 23” y “La pulga en la oreja”. En cine participó en “Locos por la música”, “Los hijos de López”, “Ese loco amor loco”, “¿Qué es el otoño?” “Ritmo, amor y primavera”, la fallida “Adiós Roberto” y “Comodines”.
Su última aparición en el medio fue “Mujeres de nadie” (2008), un drama romántico. Su ex mujer, Carina Gallucci y sus hijos Facundo y Abril Calvo fueron su gran sostén afectivo durante su larga convalecencia y él mantuvo su buena onda hasta el último suspiro. Un actor difícil de olvidar.