El documental del director Julián Troksberg se proyecta en la sección Competencia Oficial Argentina del BAFICI, presentándose este lunes 22 de marzo en el Cine Gaumont.
El escritor está detrás de una mujer. Ella no fue ni será “Esa mujer”, la otra, la inmortalizada en las elipsis narrativas del genial Rodolfo Walsh e idolatrada por millones de argentinos y argentinas. Troksberg ocupa el rol de investigador en este film que tiene las facetas de un thriller. Él recorre las calles de Buenos Aires y Madrid siguiendo las pistas de una figura fantasmal.
La historia se centra en la bailarina María Estela Martínez, más conocida como Isabel Perón o Isabelita, quien fue la primera presidenta de Argentina. Su gobierno inició el sangriento terrorismo de Estado implementado por la dictadura cívico-militar que tomó el poder el 24 de marzo de 1976. Las figuras claves de su mandato fueron José López Rega y la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), encargada de perseguir y asesinar sin piedad a militantes políticos.
Una treintena de voces son los testimonios que hacen avanzar el relato cinematográfico. El objetivo es resolver un misterio: dar con Isabelita en Madrid, tenerla cara a cara. Un palimpsesto de palabras y un aire surrealista transitan las escenas. “Ella es la heredera de un muerto. La viuda que toma el poder”, así la define la artista plástica Marcia Schvartz.
Un busto de yeso, cubierto de polvo, en el rincón del taller del escultor Enrique Savio, es el símbolo de la mujer que se oculta. La verdadera obra de mármol nunca llegó a la Casa Rosada. Su paradero se desconoce. Este tipo de dudas abundan en el film y en esta etapa oscura de la historia argentina. Los interrogantes, en ambos casos, son los protagonistas.
La viuda del general era un ser devaluado para muchos militantes; sin embargo, otros tantos simpatizantes la vivaban cada vez que llegaba al país.
Algunos testimonios la reivindican como la única política que soportó dignamente la cárcel durante cinco años. Los personajes van pasando y el investigador se sigue inquietando por aquella anciana que descansa en Madrid.
Él en este relato no importa. El misterio de ella lo opaca. Suena contradictorio, pero la figura de Juan Domingo Perón queda en un segundo plano. Muchos dicen que Isabel nunca quiso meterse en cuestiones gubernamentales porque no entendía nada sobre esos temas. Otros conocidos afirman que siempre cumplió la misión encomendada por su esposo.
Julián Troksberg es hijo de un militante desaparecido a fines de 1976. Esta historia lo involucra de cerca. Él mismo confiesa: “Estoy cada vez más lejos y entiendo menos. Cada vez que avanzo estoy más lejos”. Llega a la puerta de la casa de Isabelita, en un barrio cerrado, en las afueras de Madrid. Toca timbre y aguarda. La lluvia envuelve la escena.
Crítica: Cristina López
Edición Periodística: Andrea Reyes
Calificación
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Montaje
Arte y Fotografía
Música
Troksberg ocupa el rol de investigador en este film que tiene las facetas de un thriller, contando con una treintena de voces que hacen avanzar el relato cinematográfico.