Mientras que a nivel nacional las carteleras se sacaban los ojos en una batalla sin sentido entre “Barbie” de Greta Gerwig y “Oppenheimer” de Christopher Nolan, en Estados Unidos pasaba algo diferente. “Sonido de libertad” de Alejandro Monteverde se colaba en la lucha y oficiaba de tercera fuerza. Tal vez eso explica como una película como esta llega a ser expuesta en nuestras salas. Estrenando este jueves 19 de agosto.
Esta es la historia de Tim, o “Timoteo” según su traducción, un agente de seguridad nacional de EEUU, que se encarga de capturar pedófilos. Un día cansado de no lograr rescatar a ningún niño de esta red de trata, se abre por su cuenta y viaja a Colombia. Allí armará su propio grupo y luchará contra la trata de menores.
Un dicho popular dice: “De buenas intenciones está pavimentado el camino al infierno”. Siento que algo que describe muy bien a esta película. Busca tratar un tema delicado, pero no ahonda lo suficientemente y carece de toda delicadeza.
Hay dos escenas que lo ejemplifican. La primera es la visita al médico, donde la doctora explica las lesiones sufridas por Miguel, el primer niño rescatado, con la víctima tan solo a un par de metros. Continuado por Tim, el superhombre de la película, llevando al niño a comer una hamburguesa. De más está decir que no hay ningún tipo de acompañamiento terapéutico y le pide que narre toneladas de sucesos traumáticos.
En otra ocasión, el protagonista viaja al interior de la selva colombiana a enfrentarse a un grupo guerrillero. Y como nos enseñó “Rambo II”, todo es posible con un cuchillo bien afilado. Claramente salvar a la niña, lo cual era su misión, está más que bien. Pero los límites de la justicia comienzan a desdibujarse y todo se convierte en justicia por mano propia.
Con un tono de solemnidad devastador, “Sonido de Libertad” de Alejandro Monteverde, es una oda al hombre que en nombre de dios todo lo puede. Además al igual que con la cocaína, atacan a los productores sin cuestionarse por ser los mayores consumidores a nivel mundial. En un círculo vicioso que solo deja víctimas a su paso.
Calificación.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Con un tono de solemnidad devastador, “Sonido de Libertad” de Alejandro Monteverde, es una oda al hombre que en nombre de dios todo lo puede. Además al igual que con la cocaína, atacan a los productores sin cuestionarse por ser los mayores consumidores a nivel mundial. En un círculo vicioso que solo deja víctimas a su paso.