“Que sea Ley” de Juan Solanas. Crítica

Derechos Conquistados

El documental con guion y dirección de Juan Solanas se ofrece gratuitamente en la plataforma www.puentesdecine.com hasta el 30/12, un documento imperdible que en el contexto de hoy gana una fuerza impactante.

El 14/06/2018 fue un día histórico al aprobarse el proyecto de Ley por un Aborto Legal, Seguro y gratuito, comenzando el derrotero de una lucha, una militancia, una necesidad de que esa marea de pañuelos verdes fuese escuchada y que finalmente en Argentina se diese este proceso de reconocimiento de un siglo que está caracterizado como el “siglo de los derechos de las mujeres”.

A pocos meses de este hecho, el 08/08/2018, el Senado desaprueba la propuesta y de esta forma se inicia una nueva e incesante lucha, que no dio marcha atrás en ningún momento. El tema ya había quedado instalado fuertemente en la agenda de todos los medios, con un gran compromiso a nivel político a lo largo a lo ancho del país, y esta lucha por el acceso a este derecho por parte de las poblaciones más vulnerables, se hizo carne en cada uno de nosotros y fue tema de calurosos debates que fueron creciendo hasta llegar a las instancias que vivimos hoy.

El registro de todo este tránsito de la clandestinidad a la luz, queda plasmado por Juan Solanas en “QUE SEA LEY” un trabajo documental que más allá de sus valores cinematográficos, resulta meritorio como pintura de un proceso, de una época, de un abanico de testimonios con una mirada ampliamente federal que recorre todas las voces y todas las regiones de nuestro país porque muchas veces cuando se piensa en este tema se olvidan. Y más allá de la participación de figuras de fuerte compromiso con el tema, pertenecientes a diferente sectores de la política, la cultura y el pensamiento nacional como Dora Barrancos, Muriel Santa Ana, Mayra Mendoza, Victoria Donda, Claudia Piñeiro, la pluralidad representada en colectivos feministas, teólog@s, sacerdotes, militantes evangelistas pro-vida y diversas personalidades de todas las ramas,   los que más impactan son los testimonios en primera persona, ahí donde la voz narra un hecho puntual y concreto que nos conecta directamente con la realidad por fuera de cualquier pensamiento y discurso simbólico.

Dividido en algunos Capítulos como “Militancia” “Creencias” “Hipocresía y doble moral” “Feminismo” y “Pro-Vida”, el documental se va nutriendo de una multiplicidad de miradas que va armando el corpus que un tema de esta envergadura necesita. Argumentos, contraargumentos, disidentes y militantes arman un collage de gran intensidad en donde salen a la luz datos duros como que cada tres horas una adolescente da a luz y que el 70% de esos embarazos son no deseados y que dentro del 43% de pobreza en el que vivimos, el 18% de los embarazos son embarazos infantiles y otros más emocionales como el desprecio, la desprotección y el maltrato que plantean algunos trabajadores del sector de la salud frente a la atención de este tipo de casos.

Mientras que se arman negocios en la clandestinidad que juegan con la vida de estas mujeres y que hasta el momento, el Estado prefería voltear la mirada para un costado, las placas de los diferentes relatos de los casos que se exponen con nombre y apellido, claman por una urgente respuesta al tema. Esos testimonios a los que Solanas les presta la cámara para que, sin una mirada que los juzgue, que los condene o que los direccione, les permite la total libertad para expresar lo que les ha sucedido, su recorrido personal que forma parte de este entramado y hacer que su voz no quede invisibilizada en una simple estadística.

En pleno siglo XXI se sigue escuchando “restos de perejil en el útero” “aguja de tejer” “estuve al borde de la muerte” “olor a podrido” “dolor insostenible” “me desangraba y nadie me ayudaba” “me dejaron tirada por horas en el box de las enfermeras y nadie me respondía” hasta los extremos que ilustra un reportaje televisivo donde sostiene que una nena de 10 años podría haber deseado su embarazo.

Solanas elige exponer todos estos testimonios de forma coral, apelando a recursos tradicionales, a los registros, al testimonio, en cierto modo a brindar un material que eduque y construya, a prestar su cámara para que cada palabra tenga el contexto y la fuerza que propone cada una de las imágenes y que el espectador (aun cuando el trabajo documental jamás puede mantenerse completamente desligado de tomar partido, que justamente el director ya lo propone desde el propio título de su película) pueda rearmar su propia opinión, su propia postura frente al tema.

El trabajo de Solanas en “QUE SEA LEY” formó parte de la Selección Oficial de Cannes 2019 en una función especial fuera de competición y que tuvo un amplio recorrido dentro de los festivales documentales, justamente en el día de hoy y de aquí en más, cobra una fuerte resignificación de todo lo transitado, pero queda como inmejorable testimonio del recorrido, de la lucha, de la militancia que no sólo llena la plaza de Mayo sino que se encuentra en cada uno de los rincones del país, como aquella más silenciosa y con menos cámara que hace esa joven humahuaqueña que con su pañuelo verde, habilita a que cualquier muchacha se le acerque y ella pueda extender su mano, hoy más firme que nunca.

 

Puntuación

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Guion

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