“Presente continuo” de Ulises Rosell.

Luego de su presentación en el 26° Bafici, donde se llevó una Mención especial y el Premio del público, Ulises Rosell estrena su última película en salas de cine. El documental “Presente continuo”, está protagonizado por Lisandro Rossell, hijo del director y por su esposa Valentina Bassi.

El audiovisual nos introduce en la perspectiva de Lisandro, un joven de 16 años, que está dentro del espectro autista. Habitando un mundo lleno de bambalinas y escenarios, o luces y cámaras, del cual sus padres son parte. Donde el grito “Corte” o los aplausos del público intentan hacer de barrera entre realidad y ficción. 

Ulises intenta esconder su presencia detrás de la cámara, como dicen los documentalistas. Buscando convertirse en una existencia fantasmática, termina por escabullirse en la película de todas maneras. Si bien, se ve obligado a entrar en cuadro para salvar unas plantas, su existencia es perceptible a pesar de no ver su cuerpo. La manera de encuadrar, la forma en que lo sigue a Lisandro, esa manera de mirar llena de ternura que solo tiene un padre hacia su hijo. Es la presencia del amor lo que expone al director, que bello.

Del otro lado del lente está Valentina poniendo el cuerpo. Preparando el aceite de cannabis, que ayuda a dormir a Lisandro, dando entrevistas y actuando, tanto en teatro como en cine. Enseñándole a su hijo como asistir a una movilización, que en este momento son más importantes que nunca, y realizando mudanzas. Una enorme cantidad de tareas que, al menos en pantalla, no parecieran agotar la enorme cantidad de energía de esta madre. 

Las interacciones entre Jeff, amigo de Bassi, y Lisandro son algo espectacular. Ninguno de ellos habla español con fluidez, pero no es necesario. La barrera idiomática se desvanece, desde el momento en que los cuerpos empiezan a comunicarse sin palabras. Lo mismo sucede con la abuela, que con pocas palabras comprende a su nieto a la perfección.

“Presente continuo” de Ulises Rosell tiene el título exacto. Ya que es eso, un presente constante desde la perspectiva de Lisandro. Exponiendo el día a día de esta madre y su hijo, en los momentos buenos y los no tan buenos. Una película que desde lo micro, logra aclarar lo macro. Dejando muchas más enseñanzas que muchas otras, de pretensiones pedagógicas.