Desde el pasado mayo “Personas, lugares y cosas” la obra éxito en Londres y Broadway se presenta de miércoles a domingo en el Teatro Sarmiento (Av. Sarmiento 2715, CABA, parte del complejo teatral de la ciudad). Se trata de la segunda obra del dramaturgo inglés Duncan Macmillan que llega a Buenos Aires, siendo la primera “Las cosas maravillosas” que aún continúa en cartelera luego de varias temporadas. La versión local de este drama sobre la lucha contra las adicciones está dirigida por Julio Panno y soberbiamente interpretada por Flor Otero quien brilla en la piel de un personaje muy complejo. Completan el notable elenco Beatriz Spelzini, Carlos Kaspar, Nelson Rueda y Coni Marino entre varios otros.
Emma (Flor Otero) es una joven actriz que está atravesando un momento de suma tensión. Desde el punto de vista de su carrera se encuentra en un momento destacado, pero desde lo personal se desmorona lentamente debido a sus adicciones que se agravaron aún más tras la muerte de su hermano. Un día decide internarse en una clínica de rehabilitación, pero el proceso le será cuesta arriba. La lucha contra ella misma y sus padres se convierte en un obstáculo muy difícil de sortear. Pero la ayuda de los médicos y sus compañeros podría revertir el camino.
La obra toma un tema ya visto y trabajado reiteradas veces, pero desde una perspectiva completamente original y disruptiva. La puesta en escena busca plasmar el proceso de sanación de forma evidente. En ese sentido se ponen en juego recursos visuales y sonoros utilizando la escenografía como soporte para acentuar cada momento. Si bien esto otorga un condimento especial no se trata de la única sorpresa que depara la propuesta. Desde el comienzo llama la atención la disposición de una pequeña parte del público que queda sobre el escenario a la vista del resto de los asistentes. Y sí eso resulta difícil de entender, al momento de la llegada del intervalo todo se vuelvo aún más, podría decirse, vanguardista. Por supuesto que todo tiene un porqué, a veces no muy evidente y requiere de un trabajo reflexivo del espectador. Lo que sí está claro es que la obra busca hacer un paralelismo con los excesos de la protagonista y con ello no pasar desapercibida.
Más allá de la propuesta visual de la obra, esta sigue siendo una pieza de texto, uno con mucha fuerza y profundidad, que requiere de una minuciosa dirección y grandes intérpretes para no caer en la sobreactuación y, sin dudas, se logra con creces. Flor Otero despliega todo su potencial presentando una Emma repleta de matices que van desde el drama más profundo hasta momentos de comicidad perfectamente bien articulados. El resto del elenco acompaña de forma contundente esta historia. Aunque es imposible dejar de destacar lo realizado por Beatriz Spelzini y Carlos Kaspar quienes interpretan varios personajes relevantes de forma extraordinaria.
“Personas, lugares y cosas” es una propuesta que abre el debate, tanto desde el tema que aborda como en la forma en cómo lo hace. No se trata de una pieza que va tildando todos los casilleros de lo que se espera de una historia de esta índole, por lo que sorprende desde todos los ángulos. Aquí muchas de las cosas que se dicen no son amables, muchas otras llevan a reflexionar y otras tantas dejan caer el velo del romanticismo en las relaciones. Es de esas puestas que lo mejor es ir, sentarse y dejarse llevar.
Calificación
Dirección
Actuaciones
Texto
Escenografía
Iluminación
“Personas, lugares y cosas” es una propuesta que abre el debate, tanto desde el tema que aborda como en la forma en cómo lo hace.