El 25 de agosto llega a los cines argentinos “Nunca volverá a nevar”, la película que representó a Polonia en los premios Óscar 2021. Dirigida por Malgorzata Szumowska y codirigida por Michal Englert.
Zhenia (Alec Utgoff) es un inmigrante ucraniano recién llegado a Polonia que trabaja como masajista a domicilio, dentro de un barrio privado. Allí, las casas son idénticas, muy blancas, elegantes y de jardines perfectamente arreglados. Asimismo, sus habitantes también instan en parecerse, todos de un gran poder adquisitivo y viviendo sus aburridas vidas en pareja y en familia, pero también en soledad. Es que casi no se relacionan, ni entre ellos ni con los vecinos, salvo por algún amorío clandestino.
De esta manera, cuando el protagonista llega a los distintos hogares para realizar su trabajo, es muy bienvenido y recibido con total confianza por aquellos que lo esperan con ansias. Ya que creen o necesitan creer, que es poseedor de manos milagrosas y con poderes curativos, que además de hacerlos sentir bien físicamente, también los ayuda a lidiar contra a las adicciones, enfermedades y problemas personales.
Por lo tanto, Zhenia tiene la apariencia de un hombre indescifrable, con gestos inocentes y escasamente expresivos. Su mirada es magnética y en sus manos posee una habilidad energética que va más allá que solo masajes. Sus sesiones son viajes hipnóticos que consiguen llevar a sus pacientes a otra dimensión, en una especie de transe obteniendo una curación de cuerpo y alma. Algo que los vecinos ricos no pueden comprar.
En definitiva, una película, intrigante y misteriosa, además de ecléctica, difícil de clasificar. Podría ser comedia, como también suspenso o terror. La trama juguetea entre mundos reales y universos extraños que solo pueden existir en la mente de los personajes. Todo, dentro de un territorio pulcro que intenta reflejar una vida perfecta. Sin embargo, esa perfección puede ser tan solo una ilusión convirtiendo la existencia en algo aterrador.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Zhenia (Alec Utgoff) es un inmigrante ucraniano recién llegado a Polonia que trabaja como masajista a domicilio, dentro de un barrio privado. Allí, las casas son idénticas, muy blancas, elegantes y de jardines perfectamente arreglados.