Aquellos directores ya conformados, que además ya tienen un sello propio a la hora de realizar una obra, tienen su propia sección en el festival. En Panorama: Autores del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se encuentran programadas fuera de competencia las últimas películas de aquellos realizadores. Tal es el caso de Atarrabi et Mikelats de Eugène Green, que a su vez funciona como parábola sobre el bien y el mal.
Una adaptación cinematográfica que parte de la leyenda vasca de Atarrabi y Mikelats. Ellos son los hijos de Mari, la madre tierra, y un mortal. Pero al poco tiempo de nacer los mellizos, la deidad los entrega al diablo para ser criados y educados. Y así como pasó con Rómulo y Remo en la antigua Roma, los dos hermanos que fueron criados por la misma entidad, poseen perspectivas diferentes sobre el mundo; lo cual les llevará a separarse en la adultez y seguir caminos opuestos.
Lo primero que hay que hacer al visualizar la última película de Green, es adaptarse a los códigos actorales que propone el director. Puede parecer inexpresiva o exagerada por momentos, cuasi de teatro barroco, empero lo importante siempre está en el texto. La palabra lo es todo, su entonación e intencionalidad, que abarcan un gran espectro dentro de esos rostros inmutables, modifican el ir y venir de la trama. Lo siguiente es comprender el manejo del humor: constantemente rozando con lo absurdo, inesperado y por momentos seco. Esto no imposibilita el disfrute de la obra, pero si allana el camino para un viaje más placentero.
Por otro lado, también hay dos grandes puntos fuertes en el audiovisual. Estar hablada en euskera, siendo un mito del país vasco, es uno de ellos, y habla de respeto por el material trabajado. Otro de estos puntos fuertes es el desempeño de la dirección de arte. El tratamiento de la colorimetría de la utilería y vestuarios, puede parecer una idea simple pero efectiva, utilizando el cromatismo de los mismos para representar la moralidad de los personajes. Así el diablo y su aquelarre vestirán de rojo, la madre tierra de verde y las buenas personas en tonos de azul; afectando al mismo tiempo a sus pertenencias.
A lo largo de los 122 minutos que dura la película, la antigua leyenda se mezcla con objetos y conceptos de la contemporaneidad; lo cual, al estar correctamente lograda, puede generar momentos de humor. Tanto es así, que el mismo diablo viste como empresario y escucha música rap con auriculares; los extras también visten prendas contemporáneas que contrastan con las prendas tradicionales vascas.
Utiliza la sátira para reevaluar los arcaicos conceptos de bien y de mal y traerlos al tiempo actual. Atarrabi et Mikelats termina en una delirante mezcla de conceptos que sólo la particular visión de Eugène Green podría unir uniformemente.
Calificación
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Utiliza la sátira para reevaluar los arcaicos conceptos de bien y de mal y traerlos al tiempo actual. Atarrabi et Mikelats termina en una delirante mezcla de conceptos que sólo la particular visión de Eugène Green podría unir uniformemente.