Para quienes no consumen/consumimos frecuentemente el cine de superhéroes, el trabajo documental de Mike Jacobs en “MARVEL: DETRÁS DE LA MASCARA” es no solamente un interesante ejercicio del documental para sumergirnos en una de las facetas más rentables de la industria sino también aportar un profundo análisis de cómo los superhéroes fueron acompañando y marcando tendencia sobre los hechos políticos y sociales más sobresalientes de cada periodo, a los que desde un mundo de historieta, le dieron el lugar indicado y marcaron tendencia dentro del mercado tanto editorial como cinematográfico y televisivo.
Stan Lee, el hombre detrás de los superhéroes y del imperio de Marvel, encuentra dentro del mundo del cómic, en su doble función de escritor y editor, el espacio propicio para poder abordar narrativas sociales, alegorías políticas y cuestiones fundamentales dentro del contexto de la época (la figura de la policía, el racismo, la doble moral, etc.). Desde allí, comienza a crear una identidad donde cada superhéroe representaba uno de los aspectos que se pretendían exponer y visibilizar, siempre marcando ese lugar de otredad, de esa cierta alienación por lo diferente que vive íntimamente cada uno de los personajes.
El uso de las máscaras, y el concepto de la doble identidad fue el puntapié inicial para poder hablar de todo lo que quedaba escondido dentro de las fachadas de la época y conectar con esa dualidad que cada uno de los personajes presenta: dualidad básica entre el bien y el mal, la aceptación y la exclusión, lo privado y lo público y fundamentalmente trabajar lo secreto, lo escondido, aquello que queda en la oscuridad.
Tras la figura del superhéroe y justamente por esa duplicidad del personaje, también aparece su faceta humana en donde atraviesan problemas familiares, económicos, traumas de su pasado, situaciones de pareja y de vínculos, que van nutriendo más aún a los personajes, quienes más allá de los conflictos propios que puedan traerle sus poderes, cargan además con conflictos netamente humanos, un doble juego que nutre mucho más aún a la figura de un personaje atractivo y complejo.
En este contexto, el surgimiento de figuras como Hulk o el Golem, no solamente abrieron paso a lo diferente sino que enraizaban con una profunda cosmovisión del judaísmo así como por su parte, el surgimiento posterior de Pantera Negra permitió incluir a través de estas manifestaciones populares de la cultura, a los afroamericanos y otorgarles cierto status de poder ante tanta opresión social.
El espacio del cómic se permitió todo tipo de incorrecciones políticas que en otras manifestaciones del arte se encontraban absolutamente censuradas. Allí se dieron lugar una gran cantidad de escritores, editores, dibujantes y artistas que pudieron expresarse mucho más libremente, que en otras disciplinas artísticas hubiesen sido imposibles de desarrollar, creando un estilo de vanguardia frente a los diferentes movimientos sociales que eran rápidamente incorporados dentro del universo de las historietas.
Es así como a fines de la década del ´70 aparece Ms Marvel, una superheroína de carácter fuerte pero sin rudeza, quien sin perder su femineidad pasó a ser la pionera en el mundo del cómic, de un movimiento feminista que ya comenzaba a gestarse dentro de la sociedad. Los personajes femeninos, a partir de ese momento dejaron de ser meramente “decorativos” como el rol de la ayudante del científico, la secretaria o la asistente de la empresa: comenzaron a tener además fuerte poderes intelectuales que fueron sosteniéndose e incrementándose, a través de las generaciones.
El análisis detallado y pormenorizado que hace Jacobs en este excelente documental aporta una mirada transversal a lo largo del tiempo en donde cada detalle que se incluía dentro de las historias no era para nada aleatorio sino, por el contrario, toda una toma de posición frente a lo que estaba sucediendo en “el afuera”.
Más recientemente, la aparición de los “X-Men” permite a Marvel apostar a un equipo internacional en donde se hace mucho más expresa y representativa la diversidad y la inclusión respecto de lo que habían sido las historietas en los ’60. Aun cuando no se los nombra explícitamente, aparecen los movimientos de liberación gay y el feminismo traducido en nuevos personajes secundarios, en el vestuario (con elementos del pop art y de las disco divas) y fundamentalmente a través del permanente cuestionamiento del “quién soy?”, elemento fundamental dentro de la construcción de la identidad de cada uno de los personajes.
Las diferentes transiciones demográficas también tuvieron eco en el cómic y en las nuevas representaciones de sus clásicos, en donde se reactualiza la lectura y es así como aparecen, por ejemplo, un nuevo Spiderman negro o una Ms Marvel sudasiática y musulmana proveniente de Jersey City.
“MARVEL: DETRÁS DE LA MASCARA” es un completo análisis sociológico y cinéfilo de como el cine logro representar en estos personajes lo que ocurría frente a cada movimiento social y logró, sutilmente, ir incluyendo temáticas que en muchos momentos, como la caza de brujas, estaban absolutamente prohibidas en otros ámbitos y que pudieron desarrollarse a través de estas historias de ficción en donde la estrechez de la censura ni pensó encontrar grandes exponentes de una voz inteligente, popular y contestataria.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Guion
“MARVEL: DETRÁS DE LA MASCARA” es un completo análisis sociológico y cinéfilo de como el cine logro representar en estos personajes lo que ocurría frente a cada movimiento social y logró, sutilmente, ir incluyendo temáticas que en muchos momentos, como la caza de brujas, estaban absolutamente prohibidas en otros ámbitos.