Flora no es un canto a la vida: El arte del amar o del engaño

Una historia familiar retorcida en donde un sobrino nieto concursa de manera sentimental por el departamento de su tía abuela.

Flora no es un canto a la vida” es el primer largometraje de Iair Said, quien es actor, guionista y director de casting. Es un documental sobre su propia vida familiar con su tía abuela Flora, la cual esta llena de humor negro, ironía y una honestidad que pone un foco central en lo moral. Esta película está disponible de forma gratuita en la plataforma de Cine.ar Tv.

Iair Said filmó de manera casera a Flora mientras salía del ascensor de su edificio, él la presenta con voz en off como su tía abuela con la que no tenía contacto hace mucho tiempo. A Flora no le gustaba ser filmada, por eso cuando su sobrino nieto le pide que salude a la cámara ella decide sacar la lengua. De esta manera nos adentramos en el film con un cartel que decía que el documental se realizó sin el consentimiento de la protagonista.

La protagonista, Flora Schvartzman es una solterona de 90 años que nunca tuvo hijos y que, producto de distintas peleas estuvo alejada del resto de la familia por 12 años. Su sobrino nieto y director del film, al recibir el mensaje de “Me estoy muriendo” comienza a visitarla y a filmarla. Flora es una mujer pesimista y quejosa, se queja de su suerte, de su salud y siempre espera su muerte, ya que, en sus propias palabras, no hay nada que le guste de la vida.

A partir del reencuentro, Iair se predispuso a brindarle toda la ayuda, contención y amor que necesite. Por lo que la relación entre ambos parece ser sana y con un toque de ternura. Aunque en realidad el realizador confiesa que la razón que lo motivó a acercarse a su tía abuela es heredar un departamento de cuatro ambientes en el barrio de Flores. Lo que hace que su vínculo sea de una ética dudosa y moralmente cuestionable, hasta dónde llega el amor y cuánto se beneficia cada uno por este acercamiento.

El relato honesto del film a pesar de hablar de la muerte inminente de Flora no se hace melancólico o denso por la gran cantidad de humor que posee, un humor irónico, negro que juega con lo naif y lo tierno en diversas escenas, donde lo trágico y lo cómico están continuamente de la mano. Lo que te lleva a sentirte identificado con cosas de la vida diaria de todas las personas, y te obliga a cuestionarte muchas otras.

Visualmente el film tiene muchos defectos técnicos, la calidad de la imagen es mala y los encuadres de principiante, totalmente desprolijos, pero lejos de ser algo negativo, el riguroso trabajo de montaje que hay en estos registros caseros sobre los momentos en la vida de Flora hicieron que se logre plasmar una historia genuina, que te transmite de todo tipo de emociones gracias a la capacidad para mostrar las pequeñas cosas, como por ejemplo la emoción de Flora al ver el talento de su sobrino nieto por primera vez.

Ciertamente es una historia que te hace pensar mucho si se trata de un amor real entre ellos o de puro interés cruzado. Pero la honestidad de todo el film muestra el lado más oscuro de las personas pero también el más humano. Una película para disfrutar, para pensar, para reflexionar, para cuestionar y para discutir.

Calificación

Actuación
Arte
Fotografía
Guion
Música

Un documental que juega con la tragedia y el humor, te lleva a conocer los rincones más oscuros y más tiernos del ser humano. Un film para discutir y reflexionar.

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