Conversamos con la realizadora del documental experimental y artista visual Tatina Mazú González sobre su última producción. Río Turbio forma parte de la Competencia Estados Alterados del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
-¿Cómo surge la idea o la necesidad de hacer la película?
Tatina Mazú González:- Al principio la película surgió un poco sin querer, es una película que se parece un poco a un colage en un punto. Empezó todo por una suerte de hallazgos, medio involuntarios, que tiene que ver con materiales de archivo. Mi papá es documentalista, productor y director de documentales, entonces crecí en una casa donde abundaba el material de archivo de todo tipo. Entonces me encontré hace un año y medio con un VHS de mis primeros viajes a Río Turbio a visitar a mi familia cuando yo tenía 5 años. En ese VHS encuentro imágenes de un hijo de un amigo de mis papas, que había abusado de mí cuando yo era muy chiquita. Y eso era algo que no le había contado nunca a mi familia. Entonces empiezo a vincular estos materiales. Al tiempo encuentro una foto de mi abuela, en Río Turbio, apuntando con un arma fuera de cuadro. Y unos días después en la basura un manual de geología del subsuelo, la geología que estudia la minería digamos.
Empezó todo por una suerte de hallazgos, medio involuntarios, que tiene que ver con materiales de archivo”.
Empiezo a vincular estos materiales de archivo y a relacionar un poco mi historia personal. Y ese silencio personal y familiar con la estructura social del pueblo. Comienzo a investigar qué pasa con las mujeres en este pueblo con el que yo tengo relación y de donde vino la persona que abusó de mi. Entonces la película se termina convirtiendo de a poquito en una película sobre el silencio de las mujeres en este pueblo y sobre cómo a lo largo de la historia vienen intentando romper el lugar en que esa sociedad las pone. En tanto, está prohibido el ingreso de las mujeres a la mina por un mito que lo prohíbe y eso determina una forma de relacionarse entre las personas.
-¿Nos podrías contar un poco cómo fue el proceso de montaje de esta película? Que no parece haber sido algo muy sencillo.
Tatina Mazú González:- No, totalmente. Cuando volvimos del rodaje, en esta necesidad de entender más estructuralmente que pasaba en ese pueblo. El cual funciona para mí como metáfora muy clara y medio hiperbólica de cómo funciona el mundo. Con la destrucción de la naturaleza y los vínculos opresivos entre las personas, hacia los trabajadores y hacia las mujeres. Después de toda la experiencia de filmar allá (Río Turbio), de encontrarnos con las historias de un montón de mujeres que viven allá, lo primero que hicimos fue escuchar las decenas de hora de conversaciones grabadas. Y con esas historias en la cabeza, nos propusimos editar un primer corte de la película donde no hubiera palabras. Pensando que para nosotres, la película tenía que ver con romper el silencio, entonces nos parecía bien partir de él como materia prima, para luego ir encontrando porque grietas se podrían ir filtrando esas voces, esos testimonios.
Cuando volvimos del rodaje, en esta necesidad de entender más estructuralmente que pasaba en ese pueblo. El cual funciona para mí como metáfora muy clara y medio hiperbólica de cómo funciona el mundo”.
Se armó un primer corte de la película, que fue básicamente intentar estructurar un recorrido a partir de la experimentación visual con los materiales de archivo y lo que filmamos allá. Y de la experimentación sonora con el trabajo de Julián Galay. Esa estructura un poco se fue armando con algunas herramientas que nos sirvieron un poco de brújula a la hora de montar una película experimental. Fueron, por un lado, un libro de táctica y estrategia de guerra de (Von) Clausewitz, clásico de la formación bélica y militante y militar. Por otro lado, el cine de ciencia ficción. La película tiene un trabajo de sonido y de ciertas poesías que vinculan esa realidad social con un clima de ciencia ficción (…) Y luego un trabajo sobre la palabra escrita, no dicha, a través de hacer un repaso y una edición de los mensajes de Whatsapp que me había mandado con mi tía a lo largo de un años.
-¿Cómo continúa la lucha ahora en Río Turbio? ¿Cómo siguió todo este proceso?
Tatina Mazú González:-A nivel lucha de las mujeres, la organización es pequeña. Anteayer fue el día nacional contra la violencia machista y hubo una movilización de mujeres. Justo recién estaba hablando con mi tia y viendo las fotos. Y claro en una fecha y pueblo así, la movilización es algo, no sé, de 20 personas. Pero de todos modos sigue siendo muy importante que esa organización y contactos continúen. Y que se siga ocupando el espacio público, lugar donde históricamente las mujeres están súper silenciadas.
¿Se empiezan a sentir las repercusiones de haber realizado este proyecto?
Tatina Mazú González:- Sí, yo no pude todavía viajar a Río Turbio a proyectarla, por la pandemia. Era algo que tenía planeado para este invierno, viajar allá y proyectar la película con todas las mujeres que participaron y con proyecciones públicas. Y no fue posible, pero si ellas se juntaron todas a verla en una casa. Estamos como esperando el momento de poder viajar y confluir para poder hacer lo que habíamos planeado hacer.
-Te consulto ¿Tenes algún nuevo proyecto en camino? ¿Estás trabajando en algo?
Tatina Mazú González:- En lo personal, yo estoy desarrollando mi próxima peli, que se llama “Todo documento es civilización”. Es una película sobre el caso de Luciano Arruga, una caso de gatillo fácil, detenido y desaparecido en democracia. Yo vivo en el barrio de Lomas del Mirador, provincia de Buenos Aires. El caso de Luciano sucedió a tres cuadras de casa, es como un caso que me es muy cercano. La película no es un abordaje periodístico o informativo del caso. Sino que lo que intenta pensar, también de una manera experimental/sensorial, el espacio. Ese cruce de avenidas a tres cuadras de casa donde la policía lo asesinó. Intentar pensar ese espacio como esta idea de normalidad. Cómo habitamos espacios en la ciudad, de tránsito cotidiano, que llevan ocultas e inscritas estas marcas de violencia. Como para dentro de un par de años, supongo.
Yo estoy desarrollando mi próxima peli, que se llama “Todo documento es civilización”. Es una película sobre el caso de Luciano Arruga, una caso de gatillo fácil, detenido y desaparecido en democracia”.
Bueno Tati, muchas gracias por tu tiempo.
Tatina Mazú González:- Gracias a ustedes.