“El método Grönholm”. Crítica.

¿Cuál es tu límite?

A mediados del año pasado llagaba a la cartelera del Paseo la Plaza (Av. Corrientes 1660, CABA) la adaptación local de la famosa obra teatral de Jordi Galceran “El método Grönholm”. Aquella primera versión contaba con las actuaciones de Benjamín Vicuña, Laurita Fernández, Rafael Ferro y Julián Cabrera. El éxito de cosechado hizo que para esta temporada de verano de la Ciudad de Buenos Aires volviera al escenario de la Sala Neruda de dicho complejo una nueva puesta con un nuevo elenco, a los ya clásicos Rafael Ferro y Julián Cabrera se le sumaron Marina Bellati y Martín Slipak.

La historia de esta pieza muestra a cuatro candidatos a un puesto laboral en una multinacional que asisten a una inusual entrevista en donde no hay nadie de la empresa presente, por lo tanto, son los mismos aspirantes los que llevarán adelante el proceso de selección mediante instrucciones que van siendo introducidas con el objetivo es ver quién es el más apto para la posición. Esto traerá muchos conflictos tanto con la empresa como con ellos mismos y en el transcurso irán apareciendo las verdaderas caras de los asistentes. Un juego de mentiras y verdades, de empatías y miserias.

En el año 2005 esta misma obra tuvo su adaptación al cine gracias a una co-producción de España y Argentina con dirección de Marcelo Piñeyro y protagonizada, entre otros, por Ernesto Alterio y Pablo Echarri, pero es muy importante aclarar que la versión cinematográfica se separa mucho de la obra original algo que en su momento no fue del agrado del autor, por lo tanto, quienes la hayan visto, encontrarán algo diferente en la versión teatral, incluso el final. Esto último es muy importante para esta versión, tanto que las mismas comunicaciones piden una especie de pacto con el público para que no lo revele.

Existen muchos puntos destacables en este proyecto, desde las actuaciones hasta los apartados técnicos. Los cuatro protagonistas se lucen en esta nueva adaptación, mostrando una gran química entre ellos y demostrando no solo su talento sino también el disfrute que les provoca estar en escena. Sin dudas una excelente elección de elenco. Junto a ellos, la escenografía de Cecilia Zuvialde, la iluminación de Eli Sirlin y el sonido de Pablo Abal juegan roles fundamentales y están trabajados de excelente manera.

“El método Grönholm” es una obra muy llamativa gracias a su más que interesante texto y a la gran dirección por parte de Ciro Zorzoli. Puede verse de miércoles a domingo en la ya mencionada Sala Neruda del Paseo la Plaza.

Calificación

Dirección
Texto
Actuaciones
Escenografía
Iluminación

“El método Grönholm” es una obra muy llamativa gracias a su más que interesante texto y a la gran dirección por parte de Ciro Zorzoli.

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