“El Falsificador”. Maggie Peren. Crítica.

Tras su paso por la Berlinale 2022 llegó a las salas locales “El Falsificador” (“Der Passfälscher”), cuarto film como directora de la también guionista y actriz Maggie Peren (“Color of the Ocean”, 2011). La cinta proveniente de Alemania está basada en la autobiografía homónima de Cioma Schönhaus, un joven judío de 21 años quien posee una gran habilidad para la falsificación de documentos y gracias a eso logra salvar la vida de varias personas durante la Segunda Guerra Mundial, incluyendo la suya. Louis Hofmann, Jonathan Berlin, Luna Wedler y Nina Gummich son los protagonistas de esta historia.

Durante el desarrollo de uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad, precisamente en Berlín en el año 1942, Cioma Schönhaus (Louis Hofmann) busca por todos los medios no caer en manos de la Gestapo, pero sus modos son muy diferentes, no se esconde… no se escapa. Gracias a su destreza logra falsificar documentos que le permiten movilizarse en la ciudad sin dar a conocer su verdadera religión. Esto lo lleva a contactarse Franz Kaufmann, quien a cambio de varios cupones de racionamiento (necesarios para acceder a la comida), le pide que adultere pasaportes para así salvar a varias personas de un final trágico.

Teniendo en cuenta el contexto, el film tiene todos los condimentos para ser un drama típico, pero aquí los hechos son tomados de una forma más suave, incluso a veces con algunos toques de comedia. Este registro lo convierte en un trabajo diferente, si se compara al común de películas de esta temática, pero también hace que no logre ser lo suficientemente profundo. El protagonista no es presentado como un héroe, Cioma es un joven con sus propios deseos y si bien está realizando un acto salvador, lo hace por motivos que no quedan del todo claros. Esto, sumado a que el protagonista transita prácticamente todo el metraje con una sonrisa en la cara, termina convirtiendo al film en un producto en ocasiones extraño. Este aire “feliz”, en medio de una matanza a gran escala, se acentúa con una banda sonora atípica para el género a cargo de Mario Grigorov.

Por supuesto existen varios puntos destacados en la cinta, principalmente su diseño de producción y dirección de arte (Philipp Eggert, Eva Stiebler, Marc Ridremont) y diseño de vestuario (Diana Dietrich), aspectos que normalmente suelen resaltar en películas ambientadas en décadas pasadas.

Los más interesante de “El Falsificador” es el hecho de saber que se trata de una historia real y no tanto lo que la realizadora logra en su ejecución. Quizás el hecho de no ir a los golpes bajos y al drama extremo hará que muchos espectadores puedan disfrutar de este trabajo, pero quienes esperen algo más oscuro tendrán una sensación de sobriedad.