Casi dos años pasaron sin que la alfombra roja del festival de Cannes se desplegara. En conmemoración a su 73° edición, Mubi prepara una retrospectiva con algunas de sus películas más memorables. De esta manera, el pasado 8 de julio se agregó “Tokyo!”, una antología de tres historias cortas dirigidas por autores de peso. Gondry, Carax y Bong forman parte de la historia del festival, siendo el último el ganador del mayor galardón en la última edición y el segundo estrena su nueva realización en las riviera francesa.
Una triada de historias, dirigidas por directores de renombre. Las mismas buscan reflejar la vida de Tokio en el siglo 21. La primera de tintes más fantásticos que las otras, una completamente anárquica y la última de corte intimista. Cada autor se encargó de dejar su huella distintiva y que tanto lo define, demostrando tres miradas diferentes para el mismo objeto de estudio.
Con un eje temático que las aglomera, las historias son muy diferentes unas de otras. Por un lado Gondry se embarca en una búsqueda existencialista sobre la motivación en la vida. Donde su protagonista se encuentra totalmente disconforme con su realidad pero no sabe qué quiere realmente para su futuro.
El director haciendo uso de la plasticidad que tanto lo identifica, consigue mostrarnos que a veces está bien no saber para dónde vamos o qué queremos hacer. Además de la simple realidad de que no a todos nos hacen felices las mismas cosas o queremos alcanzar metas idénticas. Salir de las reglas sociales preestablecidas, romper con el status quo, muchas veces es el camino correcto.
Por otro lado Carax hace uso de una narrativa surrealista e hiperbólica, para la cual crea al personaje de Merde. El mismo es un monstruo de las alcantarillas, que solo emerge de las profundidades para generar caos y destrucción. Un dato importante es la conexión que existe con este suceso y la película siguiente del director “Holy Motors”. Allí se profundizará sobre la historia del personaje y se lo puede ver sembrando la anarquía en la gran manzana neoyorkina.
Por último, pero no por eso menos importante, Bong presenta una historia, en comparación con las otras, minimalista. Protagonizada por un hikikomori, una persona que por voluntad propia se aísla de la sociedad. Al menos hasta que se enamora de la repartidora de pizza y se ve obligado a dejar su hogar para salir a buscarla. Una historia que a simples rasgos podría sonar poco interesante, pero el director surcoreano se encuentra detrás, por lo tanto se genera el efecto inverso.
“Tokyo!” es como un plato de restaurante cocinado por tres de los mejores chefs del mundo. Al igual que con sus carreras, aquí demuestran todo su potencial y el porqué son tan reconocidos por la crítica. Empero el efecto más sorprendente es el que generan sus diferentes posturas, miradas y opiniones sobre el mismo tópico. Las tres historias no podrían ser más diferentes, parecen estar posicionadas cada una desde una antípoda. Por suerte podemos verlas todas juntas en una misma película.
Calificación.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
“Tokyo!” es como un plato de restaurante cocinado por tres de los mejores chefs del mundo. Al igual que con sus carreras, aquí demuestran todo su potencial y el porqué son tan reconocidos por la crítica. Empero el efecto más sorprendente es el que generan sus diferentes posturas, miradas y opiniones sobre el mismo tópico. Las tres historias no podrían ser más diferentes, parecen estar posicionadas cada una desde una antípoda. Por suerte podemos verlas todas juntas en una misma película.