“Diablo, familia y propiedad” de Fernando Krichmar. Crítica.

Se puede ver libremente la película completa en Youtube.

El sábado 26 de junio a las 11 hs. en el próximo Cine Debate Desobediente, participarán el director y la productora Alejandra Guzzo, será vía Zoom, suscribirse al email: historiasdesobedientes@gmail.com. También participará Nancy Morales cuyo padre fue comisario en San Pedro, provincia de Jujuy y también jefe de seguridad del ingenio Ledesma. Por Nito Marsiglio.

El 26 de julio de 1960 el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira funda en São Paulo la organización católica y anticomunista denominada Tradición Familia y Propiedad con el fin de enfrentar al sector católico Teología de la Liberación, pocos años después TFP se propagó por américa latina”

Alguien dijo alguna vez que la mayor cadena, la que más fuerte nos ata y nos impide liberarnos, es la que tenemos en nuestras mentes. 

Muchas organizaciones políticas y religiosas han tenido muy claro este concepto y por ello se han encargado de ir creando en la mente de las personas esas cadenas.

El documental de Fernando Krichmar comienza con un relato de un personaje mitológico muy arraigado en las costumbres de los aborígenes del norte argentino llamado “El Familiar”. 

Este sería un especie de Lucifer o diablo que tomaba forma humana y se alimentaba de la sangre de alguna víctima.

Sobre él hacen referencia, en distintas entrevistas, caciques y miembros de comunidades de distintas etnias originarias norteñas. También participa el antropólogo Gastón Gordillo, investigador sobre el pueblo Toba.

La obra continua con los testimonios de investigadores e historiadores que se refieren a la zafra de caña y la participación de las tribus en ellas. En un principio, finales del siglo 19, los obligaba la milicia y ya en el siglo 20 los obligaba la miseria. 

Todos los años cuando regresaban a sus tierras, que podían llegar a ser muchos kilómetros, la cantidad de personas había mermado. Se le atribuían esas “desapariciones” a El Familiar. Y la necesidad que este tenía de alimentarse de carne humana. Creían además que si El Familiar recibía algún sacrificio la cosecha ese año sería próspera.

Luego se pasa a relatar el origen de la empresa Ledesma, desde principios del siglo 20 con Enrique Wollmann, pasando por los Arrieta hasta llegando a la década del 60 cuando aparecen los Blaquier.

El SAIJ (Sistema Argentino de Información Jurídica) tiene en su página web en saij.gob.ar un enlace a una parte de la web que se titula Biblioteca Digital, allí se encuentra un buen número de libros sobre derecho, protección contra el delito y sobre derechos humanos, entre otros temas. Dentro de este último rubro, hay un libro de dos volúmenes que suman algo más de 1000 páginas que se titula Responsabilidad Empresarial Delitos de Lesa Humanidad. En esas más de 1000 páginas se encuentran infinidad de denuncias de obreros desaparecidos y muertos por complicidad de los dueños de las empresas en las que trabajaban.

Y una de las empresas denunciadas por participar en la dictadura y colaborar con los militares es Ledesma.

Muchos fueron los aborígenes trabajadores de Ledesma que desaparecieron y casualmente solían ser los más rebeldes. Se les atribuyó esas desapariciones a El Familiar. De alguna manera era útil y funcional para la fábrica alimentar esa idea.

“Diablo, familia y propiedad” es una película que va mostrando cómo estos sectores reaccionarios han utilizado las creencias para ejercer el control y en caso contrario justificar desapariciones de personas.

Puntaje: 85.

Calificación:

Dirección
Fotografía
Guion
Montaje
Música

Un documental que denuncia la perversidad de ciertos empresarios.

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