
“Dejar el mundo atrás”, la nueva película de Netflix, trata sobre unas vacaciones familiares que rápidamente se tornan misteriosas y un tanto oscuras. Los protagonistas, oriundos de la ciudad de Nueva York, pasan de un maravilloso día de playa un encierro casi insostenible con un par de desconocidos. Esta situación hace que aflore la desconfianza y que la salvación de lo propio se torne en lo más importante.
Debe de existir un motivo por el cual la especie humana siempre tienda hacia la autodestrucción. Disputas territoriales, ideológicas o incluso la simple ilusión de poder alcanzan para convencer a las personas de buscar las armas. “Dejar el mundo atrás” es solo una prueba de ello. De que a las grandes naciones les alcanza con una mala mirada para comenzar una guerra.
El grupo de protagonistas está compuesto por la ya clásica familia tipo estadounidense. La madre Amanda, el padre Clay, y el hijo e hija menor, estos dos últimos no llevándose demasiado bien. Además, dentro del primer acto se le suman dos personajes más, un padre que parece saber más de lo que dice, y una hija con un carácter que choca con el grupo principal. En este cruce se logra ver claramente como la falta de apoyo de ambos bandos genera una relación tensa desde el minuto uno.
Sin esclarecerse del todo el motivo por el cual la sociedad se desploma, e incluso en los primeros momentos del suceso, sí logra verse como cada individuo se preocupa por un “yo” y no por un “todos”. Rápidamente se entra en una especie de sálvese quien pueda, dejando en el olvido que el ser humano es un animal social y que necesita de sus pares.
El film, dirigido por Sam Esmail, se mantiene con un elenco de súper estrellas. Tales como Julia Roberts y Ethan Hawke siendo los padres de la familia. También cuenta con la presencia Mahershala Ali y Myha´la, como este padre misterioso y su hija combativa. No conforme con ello, el mismísimo Kevin Bacon tiene un personaje. Que si bien tiene una presencia menor a lo largo de las dos horas y veinte minutos que dura el largometraje, es de los pocos que puede arrojar algo de luz en la situación.
En conclusión. “Dejar el mundo atrás” es una muy buena película, con grandísimos actores y una increíble capacidad para construir tensión desde las situaciones mas peculiares. Y si bien para algunos el final no es de lo más acertado, ya que se dejan algunos frentes sin cerrar, el camino hacia él vale totalmente la pena.
Calficación
Actuación
Arte
Fotografía
Guión
Música
"Dejar el mundo atrás" ofrece una experiencia intrigante desde el minuto cero y atrapante desde el inicio de su trama. Es una obra que sabe desplegarse e interesarle a espectador a través de un inicio a fuego lento.