Crítica de “Sexo desafortunado o porno loco”, el film de Radu Jude que se estrena el 30 de Diciembre.

Un relato que nos interpela por el sentido de lo privado y de lo público en tiempos de pandemia.

Mañana jueves 30 de diciembre, se estrena la nueva película rumana inclasificable “Sexo desafortunado o porno loco” (Título Original: “Babardeala cu bucluc sau porno balamuc”) del director Radu Jude. El filme ya se estrenó en nuestro país este mismo año en la Edición 36° del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata compitiendo dentro de la categoría Estados Alterados.

El filme comienza con una escena a modo de prefacio en el que vemos explícitamente a una mujer teniendo sexo con un hombre a partir de una cámara subjetiva. Pronto descubriremos que se trata de Emilia Cilibiu (Katia Pascariu), una profesora de historia que se encuentra en graves problemas laborales tras filtrarse ese mismo video porno casero con el que empieza el filme, el cual es protagonizado por ella misma y su marido. A partir de allí, acompañaremos a Emilia en sus interminables y impacientes caminatas por las calles de Bucharest (Rumania).

Teniendo como contexto a la actual pandemia que aun estamos experimentando como sociedad a nivel global, “Sexo desafortunado o porno loco” nos hace preguntarnos por cuál es el límite de lo privado y lo público en un momento histórico de encierro, en el que la pornografía parece ser uno de las válvulas de escape y de las formas de consumo para canalizar angustias y superar soledades. El conflicto central de esta historia, justamente, se encuentra en la integridad personal de Emilia como profesora, es decir, si lo que hace en su vida privada condiciona o no su accionar dentro del aula a través de la imagen “impúdica” que sus estudiantes pueden llegar a tener de su docente, la cual debería suponer un referente.

El director rumano propone una estética irreverente y a la vez impactante a través de la cual podemos percibir los diferentes estados de ánimo de Emilia y en cierta manera, se nos permite acompañarla en su viaje introspectivo. Para esto, además del prólogo en el que el sexo explícito es el protagonista, el film propone tres momentos claramente diferenciados y separados. El primero, con una fuerte impronta dramática, se encuentra centrado en las preocupaciones laborales y sociales de Emilia, cuyos estudiantes han accedido al video porno. Un segundo momento con un tinte claramente documental en el que, a través de imágenes de archivo, podremos reflexionar sobre la historia de Rumania, así como sobre temas de política, el origen de la pornografía y sus usos, el significado de la violencia, el sexismo e inclusive sobre el propio cine como industria. Todas esas imágenes y reflexiones nos permitirán zambullirnos un poco más en la situación problema que plantea el filme a la vez que nos facilitará empatizar con lo que le ocurre a Emilia. El último momento, dramático y al mismo tiempo con un tono ácido, corresponde con el juicio moral que los padres, las madres y autoridades del colegio le hacen a la profesora, el cual nos llevará a su inesperado y sorpresivo final, teñido de matices característicos de una típica fantasía escatológica.  

A través del viaje personal de Emilia, Radu Jude nos plantea claramente una crítica social que hoy más que nunca se encuentra en boga a partir del auge de internet y las redes sociales. Este es un film irreverente y satírico que sin dudas nos propone una controversia ética según la cual lo que hacemos en nuestra vida privada afecta nuestra imagen y nuestro rol social dentro la esfera de lo público.

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Radu Jude – Origen: Rumania – Elenco: Olimpia Malai, Claudia Ieremia, Katia Pascariu – Género: Drama, Comedia – Distribuidora: Zeta films – Duración: 106 Minutos – Apta mayores de 18 años

Calificación

Actuación
Arte
Fotografía
Guion
Música

En general, el film logra su objetivo de interpelar e impactar al espectador y la espectadora.

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