La obra llega de Barcelona al Teatro Moscú (Juan Ramírez de Velasco 535). Luego de ser premiada en el Festival CATBASUR (Catalunya-Buenos Aires-Sur Americano) de unipersonales que se realizó en España. La extraordinaria pieza interpretada por la maravillosa actriz Ángela Palacios, se presenta el próximo jueves 23 de febrero a las 21.30 hs y el domingo 26 a las 21hs.
“Salve Regina” no es solo un unipersonal que cuenta en primera persona los conflictos de una mujer frente a la maternidad, con el tiempo exacto para hacer reír y llorar al mismo tiempo, para conmover a los espectadores e interpelar sobre los mandatos más profundos y complejos como la relación de las mujeres y el “deber de maternar”.
La obra cuenta con un texto tan espectacular como su puesta en escena y el sublime trabajo de Ángela Palacios que se pone en la piel y el cuerpo de una mujer de treinti tantos, que desea ( o se siente presionada) por el tiempo que no da tregua. Una sociedad que empuja y refuerza estereotipos de cuidado y maternidad que sofocan y enloquecen a cualquiera.
En este sentido, la premisa de encontrar respuestas y posibles soluciones para este difícil desafío se hace cada vez más engorrosa, cuando aparece la oferta de diversos especialistas en salud mental, reproductiva y hasta chamanas y dudosos métodos instantáneos de resolución record de problemáticas vinculares. Regina acude a todos y a todas. Está desesperada y sola. El desamparo se hace carne en cada situación y en cada lugar al que acude en busca de ayuda.
La historia nos sumerge en nuestras propias elecciones. Es imposible irse del recinto sin pensar en nuestras identidades, familias y vínculos afectivos. Es un llamado urgente a desnaturalizar los mandatos, los estereotipos y las violencias sobre el cuerpo, pero sobre todo en las estructuras del pensamiento en el que se violenta “el deber ser” de las mujeres.
Dirección
Iluminación
Escenografía
Actuación
Texto
“Salve Regina” no es solo un unipersonal que cuenta en primera persona los conflictos de una mujer frente a la maternidad, con el tiempo exacto para hacer reír y llorar al mismo tiempo, para conmover a los espectadores e interpelar sobre los mandatos más profundos y complejos como la relación de las mujeres y el “deber de maternar”.