Una casa en el campo con aspecto de castillo abandonado será prácticamente el único escenario de este cautivante relato, que llega a los cines el proximo 7 de diciembre, luego de su paso por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
En esa inmensa propiedad con 12 habitaciones y 6 baños viven tan solo dos personas, Justina y su hija Alexia. El inmueble es una herencia que recibió Justina luego de la muerte de su empleadora y después de varios años de trabajo como empleada doméstica.
Si bien el espacio es demasiado amplio para ambas y además Alexia se siente convencida de que su futuro está Buenos Aires, Justina se resiste a abandonar el lugar ya que se siente obligada a cumplir la promesa que le efectuó a la dueña fallecida.
Esto sumado al pésimo estado de la casa con problemas de humedad, paredes deterioradas y cañerías obstruidas convierten a la herencia en una carga, más que en un regalo. Sin embargo, Justina se mantiene firme y hasta recibe los fines de semana a familiares de la ex dueña, a los que les prepara el desayuno como si fuera un hotel. Momento narrado con brillantes escenas que esgrimen enorme naturalidad.
En consecuencia, el relato expone un retrato intimista de una mujer que debe decidir entre vender la casa y romper la promesa o quedarse en soledad cuando finalmente su hija decida partir en busca de su sueño. Una película que indaga sobre las diferencias entre clases sociales, los vínculos afectivos y la soledad, que se ve reflejada en amplias tomas donde se puede observar a Justina sobre el inmenso terreno que rodea el castillo.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Una casa en el campo con aspecto de castillo abandonado será prácticamente el único escenario de este cautivante relato, que llega a los cines el proximo 7 de diciembre, luego de su paso por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.