Crítica de “Corsage”

El próximo jueves 31 de agosto llega a los cines del país la nueva película de la directora y guionista austríaca Marie Kreutzer. Una obra biográfica que narra un momento en la vida de la emperatriz Elizabeth, más conocida como Sissi, interpretada por la brillante Vicky Krieps.

La Emperatriz de Austria y Reina de Hungría fue una mujer tan querida y admirada que en los años posteriores a su muerte ha sido retratada una infinidad de veces, en teatro, cine y series. En este sentido, es difícil pensar que se pueda contar algo más sobre ella, sin embargo, la maravillosa interpretación de Vicky Krieps junto a la talentosa cineasta Marie Kreutzer consiguen un nuevo enfoque, donde se expone su belleza, sus extravagantes costumbres y manías tan alejadas de lo que se esperaba de una mujer con un título reinante.

El film se inicia con Sissi en una bañadera. Allí, la emperatriz se sumerge en el agua y aguanta la respiración. Al salir les pregunta a las dos damas de compañía, que esperan preocupadas, cuanto tiempo consiguió permanecer bajo el agua, no obstante la respuesta de ambas, algo confundidas, no coincide. En una siguiente escena la observamos vestirse, o mejor dicho como sus asistentes la visten, tirando de los hilos del corsé lo más fuerte posible, ajustando una pequeña cintura a más no poder hacia una forma idealizada.

De esta manera, se nos introduce de lleno, con tan solo dos escenas, en el mundo de una mujer que lleva una vida repleta de privilegios, pero lejos del poder. Pudiendo mandar y dar órdenes a sus criadas, pero acatando las exigencias de su marido fuera de su casa.

Un relato visualmente notable, construido mediante momentos y elementos disruptivos tanto estéticos-visuales y musicales, como narrativos y que de forma intencional no tienen un correlato con el clima epocal, sino por el contrario buscan sumergirnos en un universo nuevo en el que se busca pensar a la figura de Sissi como una mujer trasgresora y atemporal. Ingredientes que conviene no adelantar para que el espectador los vaya descubriendo durante el desarrollo del film. De modo tal que insta en marcar un permiso constante, para romper con el rigor histórico, y  recordándonos así que desde el arte cinematográfico se está contando una historia más de la emperatriz rebelde, Sissi.