“All Hands On Deck” de Guillaume Brac. Crítica.

Vino, queso y baguettes.

Si la vida se tratara de una historia épica, podríamos decir que estamos pasando por tiempos oscuros. Por esta razón cualquier cosa que aliviane un poco la situación es bienvenida y aún más si lo hacen tan magistralmente como Guillaume Brac. “All Hands On Deck” es una historia de verano sobre la amistad, donde se plantean la importancia de los vínculos humanos y las intenciones que uno pueda tener al buscarlos. Agregada recientemente al catalogo de Mubi de agosto. 

De una manera muy simplista, chico conoce a chica, ella se va de vacaciones y él decide sorprenderla yendo a visitarla. Para esto convence a su mejor amigo de que lo acompañe y engañan al dueño de un auto para que los lleve al norte de Francia. Paradójicamente nada parece salir como lo habían planeado, el auto se rompe, por lo tanto el conductor se une a las vacaciones y terminan los tres acampando juntos.

Lo sorprendente aquí es que todo pareciera fluir con una naturalidad exquisita. No encontraremos en la película grandes escenas épicas o monólogos memorables, por el contrario todo parece muy simple. Desde la puesta de cámara a los diálogos, todo parece pasar por delante de la cámara como si de la vida real se tratase. Haciendo que nos olvidemos que estamos viendo un audiovisual y nos unamos a las vacaciones de verano de este grupo variopinto de personas. 

Sin embargo no hay que dejarse engañar por la facilidad con la que suceden las cosas, narrativamente se recorre un campo amplio, donde cada personaje posee un atrapante arco dramático. Somos testigos de cómo cada uno de ellos crece personalmente. Haciendo que los momentos emocionales sobrepasen con creces a los momentos físicos. Y aplicando una especie de ley karmatica, donde a los personajes que realizan acciones buenas, la película los recompensa en mayor medida. 

Guillaume Brac con “All Hands On Deck” logra transportarnos a un universo menos denso que el nuestro. Donde se le permite al espectador desconectarse por un rato y flotar en los ríos del norte francés. Consiguiendo una sensación de simplicidad, completamente positiva, utópica para muchas otras producciones, pero que aquí funciona a la perfección.

Calificación

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación

Guillaume Brac con “All Hands On Deck” logra transportarnos a un universo menos denso que el nuestro. Donde se le permite al espectador desconectarse por un rato y flotar en los ríos del norte francés. Consiguiendo una sensación de simplicidad, completamente positiva, utópica para muchas otras producciones, pero que aquí funciona a la perfección.

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Francisco Mendes Moas

Estudio, hago y escribo sobre cine. Mi relación con el séptimo arte siempre peligra con convertirse en una peligrosa adicción.

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