A los 84 años, murió el actor y director Rodolfo Bebán, uno de los artistas más destacados de su generación, que brilló en televisión, cine y teatro.
Mientras disfrutamos del talento incólume de la gran pianista Martha Argerich y el Colón reafirma su esplendor en cada maravillosa presentación, con artistas invitados, recibimos la triste noticia del fallecimiento, a los 84 años, del actor y director Rodolfo Bebán, uno de los actores más destacados de su generación, que brilló en televisión, cine y teatro.
Igualmente eficaz en el género dramático y en la comedia brillante. Sólido actor, gran presencia, porte de galán, voz profunda y hombre de vida reservada, Bebán transitó una valiosa carrera entre 1955 y 2018, empezando en teatros vocacionales y de repertorio, pero alcanzó su consagración cuando, en los años sesenta Nené Cascallar lo convocó para protagonizar “Cuatro hombres para Eva”, siendo pareja de Bárbara Mugica y Thelma Biral. Posteriormente, también estaría en el elenco de “Cuatro mujeres para Adán”, míticos programas de corte femenino, que hicieron furor en su época.
En televisión también tuvo importantes roles en “Malevo”, “Muñeca”, “El gato”, “Nazareno Reyes” y en importantes versiones de “Romeo y Julieta”, “Hamlet”, “Otelo” y “Cumbres borrascosas”.
En teatro, siempre con su estilo sobrio y su decir preciso, se lució en “Las amorosas”, “Extraña pareja”, “Vivamos un sueño”, “Las mariposas son libres”,”Lorenzaccio”, “El sable”, “Atrapado sin salida” y “Filosofía de vida”, junto a Alfredo Alcón (con quien también compartió cartel en “Lorenzaccio”) y Claudia Lapacó (quien fuera su mujer).
En una carrera sin fisuras, también consiguió un espacio consagratorio en el cine, en títulos como “Del brazo y por la calle”, “El fantástico mundo de la María Montiel”, “Seguridad personal”, “Proceso a la infamia”, “La invitación”, “Matrimonio a la Argentina” y “Los muchachos de antes no usaban gomina”. Pero la labor que los catapultó a la fama y lo marcó en la memoria del acervo popular fue su formidable composición en “Juan Moreira”, una de las joyas de Leonardo Favio.
Hizo de todo y todo lo hizo bien, con compromiso emocional y pasión actoral. Su padre fue el actor Miguel Bebán, que lo dirigió en la obra “Diario de un loco”. Estuvo casado con Claudia Lapacó, con quien tuvo dos hijos; con la modelo Luz Amaral Paz, con quien tuvo una hija y con Gabriela Gili, con quien tuvo tres hijos. En los últimos años, tuvo problemas de salud y se alejó del medio. Su nombre cayó en el olvido, pero su memoria de hombre de bien y de gran actor sigue presente en el corazón del mundo del espectáculo. ¡Chau, Rodolfo!
Nota: Carlos Abeijón
Edición periodística: Andrea Reyes