“Muerde” de Luciano Cáceres, crítica.

Lo que le sucede a una persona luego de ser abandonado es imposible de descifrar. Sí es verdad que se puede conjeturar o hasta conocer ciertos aspectos de la vida de estos abandonados. Pero sus pensamientos, sus dudas y las consecuencias de sus traumas siempre le pertenecerán a ellos, a su privacidad, y a lo que dejen salir. Si acaso lo hacen. O quizás, ese acto de liberarlos podría hacerlos realidad, y tornar la situación en una mucho peor.

Exactamente eso es lo que se ve en “Muerde”. Esta obra de teatro, un unipersonal, muestra esa faceta, esa soledad, que siente un abandonado. René era tan solo un niño de 10 años cuando su padre lo dejó en el taller familiar para empezar una vida con su nueva familia. Y allí creció, a solas, con apenas la visita de su padre para trabajar y su novia Rosa. Pero sacando ese rato de compañía, el joven no tenía a nadie más, tal era su abandono que nunca fue consiente del tiempo que transcurrió en su vida.

René se autodenominaba como un muchacho tranquilo y silencioso, salvo cuando le daba rienda suelta a sus pensamientos. En esos momentos no sabía como callarse, ni como apagar esa llama de impulsividad que le hacía cometer actos de los que luego se arrepentiría. Y esos actos, desencadenados por un estado mental causado por el abandono, lo condenaban a una mayor exclusión social y señalamiento por parte de su pueblo. Llevándolo aún más a una vida marginal.

La obra consigue transmitir, tanto por la excelente actuación, por su escenografía y por su guion, los efectos de la soledad y el abandono en la mente de un niño condenado a crecer solo. Sin amigos, sin familiares, viviendo en un pueblo que nunca lo aceptó y siempre lo marginalizó. Su moral se desvirtuó, su impulsividad nunca fue tratada ni sus actos pensados antes de ser llevados a cabo. Producto y consecuencia de una sociedad estigmatizadora, que aísla y enajena.

El unipersonal “Muerde”, protagonizado por Luciano Cáceres, es una producción de 50 minutos de duración total. Fue escrita y dirigida por Francisco Lumerman, y la escenografía y el diseño de luces están a cargo de Agustín Garbelloto y Ricardo Sica, respectivamente.  Ambas cuestiones técnicas remarcan el estado físico y mental de René. Logrando imprimirle a la obra una intensidad y sobriedad únicas.

Ya para cerrar queda decir que “Muerde” es una obra intensa con grandes lecturas sociales. Es una producción que logra introducir al espectador en su dinámica y ubicarlo rápidamente para no perder un minuto de relato. La gran actuación de Luciano hace que fácilmente se pase de la pena al rechazo. Y la música, monótona como es, consigue sobresaltar en los momentos de máxima tensión, para maximizar los sentimientos del espectador.      

Calificación

Actuación
Dirección
Escenografía
Música
Guion

User Rating: No Ratings Yet !

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Compruebe También
Cerrar
Volver al botón superior