Cine Argentino Hoy dialogó en exclusivo con Gonzalo Tobal, uno de los directores junto a Felipe Gómez Aparicio, de la serie número uno en estos momentos de Netflix: la biopic de de Fito Páez, “El amor después del amor”. -Gonzalo, ¿cómo estás viviendo esta cosecha de mimos y elogios merecidos por la serie “El amor después del amor”?
-Muy contentos y sorprendidos; teníamos buena expectativa, pero igualmente siempre está el temor hasta que no se estrena. Nunca sabes bien cómo puede reaccionar el público. Y te diría que, en el mejor de los pronósticos, jamás imaginamos este nivel de repercusión y furor que se generó con la serie. El nivel de mensajes que nos llegan, que vemos en redes, y la emoción que está despertando en la gente la serie. Parece que se volvió un suceso y yo ni me lo imaginaba. En realidad, creo que ninguno de los que estábamos atrás lo presentíamos a este nivel.
-¿Cómo llegan ustedes a ser convocados para dirigir la serie de forma conjunta?
-Nos convoca a cada uno por su lado (a Felipe y a mí) Juan Pablo Kolodziej, que es el productor ejecutivo de “El amor después del amor”. Y entonces ambos nos encontramos con la tarea por delante de dirigir esto juntos. Por suerte, nos entendimos y trabajamos muy bien, y compartimos todas las decisiones de casting, diseño, estética; es decir, todo lo referente al trabajo de preparación. Te diría que siempre estuvimos alineados y de acuerdo, y cuando no, dialogábamos y llegábamos a buen puerto. La verdad que nos potenciamos, porque, de alguna manera, teníamos ciertas fortaleces cada uno en algunos puntos. Así que supimos apoyarnos uno en el otro para lograr lo mejor.
Siempre estuvimos alineados y de acuerdo, y cuando no, dialogábamos y llegábamos a buen puerto”.
-Gonzalo, ¿cómo fue el proceso de casting siendo que algunos de los actores no son tan masivos, sí en el ámbito teatral?
-Esa fue una de las cosas que discutí con Juan Pablo y que Felipe también estaba de acuerdo. Ambos queríamos que fueran caras nuevas, en parte, por algo que sentíamos nos pasaba con las series de afuera, que tienen actores que actúan bárbaro pero que, en general, uno no conoce porque son caras nuevas. Eso distingue el lenguaje de una serie. También, porque representar a Fito Páez, Charly García, el flaco Spinetta, Fabiana Cantilo, que son referentes muy fuertes e ídolos populares; era todo un desafío ver quién podía interpretarlos.
Nosotros considerábamos que si poníamos a alguien conocido, iba a ser tal actor haciendo de. Queríamos romper esa barrera y lograr que estuvieras viendo a Fito, a Charly y eso se lograba poniendo una cara nueva que nunca hayas visto. Obviamente, si lográbamos una interpretación que fuera excelente, sentíamos que se iba a producir ese nivel de verdad o credibilidad. Después, en otros roles, sí teníamos ganas de poner actores y actrices más conocidos con la idea de generar algún tipo de propuesta creativa como, por ejemplo, Campi en el rol de padre. Es decir, correr a los actores del lugar obvio.
Sentíamos que si poníamos a alguien conocido, iba a ser tal actor haciendo de. Queríamos romper esa barrera y lograr que estuvieras viendo a Fito”.
-¿Cómo fue el proceso de recreación musical? ¿Quién interpretó las canciones de Fito, Fabi Cantilo? ¿Y cómo fue el criterio de ustedes a nivel estético y artístico al momento de plasmarlas?
-Ahí también tuvimos otra decisión fuerte que hubo que pelear. Queríamos evitar todo lo que fuera play-back e intentar la grabación en vivo. Digo que la tuvimos que pelear, porque al principio nos decían: “No, eso es imposible, siempre se empieza así y después se termina haciendo play-back”. Para ello, contamos con dos músicos increíbles, Carlos Vandera y Diego Olivero, que trabajan en la banda de Fito Páez y se hicieron cargo de la producción musical dentro de la serie. Después, Gustavo Borner fue el encargo de la mezcla: un capo que trabaja en Los Ángeles en las mejores producciones de este estilo. En este sentido, buscamos que todos aquellos que tocaban, fueran músicos. Eso era lo más importante y lo que privilegiamos a la hora de elegir los talentos. Así que, por ejemplo, si había que filmar el ensayo de La Trova Rosarina, los músicos ya tenían claro lo que tenían que hacer y se grababa en vivo.
Luego, en la pos-producción, se reemplazaron y se doblaron algunas voces e instrumentos, pero la esencia en la serie está, porque fue grabado en vivo y creo que eso contribuye muchísimo a generar la sensación de que es verdad lo que estás viendo y que estás ahí. Los actores hicieron ellos mismos las voces, aunque sí la voz de Fito fue doblada por un cantante que imita muy bien su manera tan particular de cantar.
-¿Rosarino como Fito?
-No, uruguayo. Agustín Britos. Iván cantó en las grabaciones. No es que no está moviendo la boca, por decirlo burdamente. Lo que pasa es que no tiene la manera de cantar tan particular de Fito Páez.
-¿Cuánto se involucró Fito Páez en la serie?
-Él está súper involucrado desde la génesis del proyecto, ya que la idea parte de sus memorias que hace poco fueron editadas, pero en aquél momento eran parte de un borrador que estaba escribiendo. Así que desde mucho antes que Felipe y yo entremos al proyecto, Fito trabajaba con los guionistas. Nosotros entramos ya con versiones avanzadas del guion, al cual todavía le faltaba mucho trabajo por hacer, y ahí Fito nos planteó encontrarnos y hacer un trabajo conjunto de los guiones. Nos juntábamos con él todos los días para leer los guiones y ser lo más fieles posibles a su memoria. Fue todo un bagaje de información, de meternos en la sensibilidad de él y en sus recuerdos. A nosotros toda la expansión de sus relatos nos sirvió muchísimo no sólo para el armado de los guiones, sino también para la dirección.
Asimismo, Fito estuvo bastante presente en el casting, no en el proceso, pero sí una vez que nosotros nos poníamos de acuerdo con los productores, Netflix, etcétera; le importaba mucho ver el casting. Luego, cuando empezamos a filmar vino al principio, pero después, a medida que avanzó el rodaje, se quedó más tranquilo y se entregó más a nosotros.
-¿Cómo te llega a vos la propuesta de abordar la vida de Fito Páez para plasmarlo exitosamente y que llegue al corazón de la gente? ¿Eras fan de él, lo conocías a través de tus viejos?
-Yo soy del ’81, así que “Tercer Mundo” es de los primeros cds que me compré y “El amor después del amor” fue el disco que acompañó mi viaje de egresados en la primaria, así que te imaginas que es esa etapa que te queda marcado a fuego, así que los temas están en mi memoria. Después, también “Circo Beat” me marcó mucho y siempre tuve mucho cariño por la figura de Fito Páez, así que cuando me llega el proyecto, yo no conocía su historia muy profundamente y por lo tanto, me surge la pregunta: “¿Me encanta Fito, lo amo, pero una serie, hay para contar ocho capítulos?”. Entonces, creo que cierta sorpresa que se generó ahora con la serie, tiene que ver con eso”.
-Tiene los condimentos de telenovela porque la vida de él es como bien melodrama
-Desde ya, pero a priori no los conoces y también hay algo más, que tiene todo ese componente de poder contar todo ese mundo del rock nacional y hablar lateralmente de otras figuras como Charly, Fabi, Baglieto, el flaco Spinetta. Así que es contar y transmitir toda esa etapa de la historia argentina, desde la perspectiva del rock, haciendo que la serie sea mucho más amplia que la historia misma de Fito Páez. Es nuestra historia del rock y del país, entonces cuando vi los guiones me emocioné y empecé a ver el potencial y el alcance que tenía esta historia, y me parece que eso mismo sucede ahora con los espectadores: se acercan a ver la historia de Fito y se encuentran con un montón de cosas conmovedoras.
Cuando vi los guiones me emocioné y empecé a ver el potencial y el alcance que tenía esta historia, y me parece que eso mismo sucede ahora con los espectadores: se acercan a ver la historia de Fito y se encuentran con un montón de cosas conmovedoras”.
-El tema del arte, la reconstrucción de época, es increíble. ¿Quién estuvo a cargo de este rol?
-Estuvo a cargo de Chopy Casariego y Magdalena Peralta, que son dos directoras de arte tremendas. Y hubo algo en la serie, que fue como una oportunidad para todos así éramos todo un equipo de talento local porque creo que hicimos una producción de primer nivel, por decirlo de alguna manera. Pusimos mucho huevo y mucho cariño, porque todos los que estábamos, de alguna manera, éramos muy fans de Fito Páez. Y el vestuario también tiene un despliegue increíble, que lo hicieron Lucía Beruti y Delfina De Forteza; las caracterizaciones de Jorge Palacios y Oscar Mulet son tremendas.
-Para finalizar, ¿qué repercusiones tiene la serie en otros lugares más allá de Argentina?
-A todos nos llegan mensajes desde el día que se estrenó, y creo que el martes fue que entramos al top ten de las series más vistas de habla no inglesa en el mundo entero. Así que es un montón.
Edición periodística: Andrea Reyes