El cine irani de festivales tiene todo para llamar la atención. Un fuerte régimen de censura nacional, historias de rollos de fílmico viajando de contrabando y la mayoría de los rodajes son secretos. Sin embargo no se queda solo en lo sensacionalista, suele sorprender con su contenido y sus formas. “Un pastel para dos” de Maryam Moghadam y Behtash Sanaeeha, se estrena este jueves 24 de abril en las salas de Argentina.
Mahin tiene 70 años y vive sola en Teherán. Su marido falleció hace 30 años y su hija se fue a Europa un tiempo después. Tiene la edad suficiente para haber vivido en Ira de antes de la revolución islámica. Ahora, sus pensamientos sobre la vida desafían el orden impuesto. Hasta el punto de conocer a un taxista de su misma edad e invitarlo a pasar la noche a su casa.
Las películas con protagonistas mayores, en los últimos años están teniendo una fuerte presencia, tanto en los festivales como en las carteleras. Estas presentan un tempo diferente, algo más lento del que estamos acostumbrados, lo que no quiere decir que le falte dinamismo o energía. Este ritmo diferencial además permite un tiempo extra al espectador, para evaluar aquello que está presenciando.
En la escena de la cena para jubilados, la película se presenta ante una bifurcación. Seguir atentamente a la mesa de jubilados que planean una marcha de resistencia. O, el sendero que finalmente sigue, ir con el solitario taxista que está cenando solo. La primera opción sería más digna de una película argentina, como la que sucede todos los miércoles a las afuera del congreso.
A través de una pequeña historia, la simple vida de una jubilada, se nos presenta la situación de todo el país. El cual, luego de la revolución islámica, impuso miles de normas que antes no existían y a la implacable policía de la moral. Estos personajes ancianos crecieron en un país sin todas estas cosas y se vieron obligados a adaptarse en pos de poder vivir de manera tranquila.
A pesar de todo, el universo pareciera impedir la posibilidad de que Mahin tenga una vida alegre y feliz. En cuanto sale de su cotidianidad contenida bajo los estándares establecidos, la desgracia la vuelve a poner en su lugar. Todo se contiene, la felicidad se reprime en el interior. Las cosas se hacen en secreto, las aventuras se viven puertas para adentro así los vecinos no miran.
Con un ritmo lento, pero sin pausa, “Un pastel para dos” de Maryam Moghadam y Behtash Sanaeeha, nos presenta una historia tan tierna como divertida. Sin dejar de lado el comentario anti regimen. Causa de que todo se tenga que transitar de esta manera. En lugar de fomentar el encuentro entre compatriotas, los divide e impone unos contra otros.
Calificación.
Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación
Con un ritmo lento, pero sin pausa, “Un pastel para dos” de Maryam Moghadam y Behtash Sanaeeha, nos presenta una historia tan tierna como divertida. Sin dejar de lado el comentario anti regimen. Causa de que todo se tenga que transitar de esta manera. En lugar de fomentar el encuentro entre compatriotas, los divide e impone unos contra otros.