“Reloj, soledad” de César González. Crítica.

De zona sur a la pantalla grande.

Con su séptima película César González llega este jueves 2 de junio a la salas de los cines.  “Reloj, soledad” es protagonizada por Nadine Cifre quien además es co-guionista junto al director. Una ficción que habla de la realidad de nuestro país de una manera auténtica y cruda, superando en este aspecto a la mayoría de los documentales que la acompañan en la terna. 

Del trabajo a casa y de casa al trabajo, luchando por pagar el alquiler un mes más, de eso se trata la vida de la protagonista. Una empleada de mantenimiento en una imprenta industrial que tras la impulsiva decisión de robar el reloj de su jefe encuentra su mundo patas para arriba. La vergüenza, el miedo a las represalias o perder lo poco que tiene, impide enmendar la situación. La cual día a día escala exponencialmente hasta explotar. 

Por momentos largos planos que acompañan a la protagonista, ruido en la imagen o falta de luz, observaciones que para algunos serían errores. César González toma todo aquello que deriva de su producción hiper independiente y lo convierte en una poética de la escasez. Demostrando a la perfección que no hace falta un gran despliegue técnico para contar una historia o un sin fin de personas trabajando detrás de cámara. La pulsión de hacer cine sobresale como una bocanada de aire tras aguantar la respiración. 

Vivir, sobre todo en nuestro país, es una lucha diaria. Jugamos todos los días un juego que no tiene reglas y muchas veces con todo en contra. Un trabajo en blanco que brinde acceso a una obra social y permita pagar el alquiler se convierte en un norte que una vez alcanzado nadie quiere perder. Una parte de la realidad que la mayoría del tiempo el cine se olvida de retratar, en pos de contarnos un bonito cuento que nos abstraiga. Parafraseando a Pablo Conde, ver una escena que muestre la preparación de un sanguche de queso y tomate rebosante de mayonesa es de por sí tan banal y mundano que se transforma en algo inusual para una película.

Un último aspecto que amerita resaltar es la presencia de actores debutantes junto a grandes estrellas ya consagradas. Erica Rivas y Edgardo Castro comparten pantalla con la hermana del director, Sabrina Moreno, o Juanky Romero quien trabaja por primera vez en una película. Sin olvidarnos de Nadine Cifre, quien se carga el papel protagónico con una presteza impecable. Por último la villa, quien es otro personaje. No es un mero decorado, la historia se narra desde ahí, enmarca a los personajes y en parte los define.  

Una ficción que documenta la realidad, el trabajo, el robo, la cotidianidad de esas personas laburantes que buscan abrirse camino en la vida queda retratado en la pantalla. César González con “Reloj, soledad” hace un tipo de cine que escasea y al mismo tiempo es necesario para una democratización real del medio. Contar aquellas cosas que en post de la espectacularidad quedan relegadas fuera del encuadre se convierte en un acto de rebelión. Aún quedan varias funciones a lo largo del festival, las cuales deberían aprovechar para ver en salas o de manera online.

Calificacion

Dirección
Montaje
Arte y Fotografia
Música
Actuación

Una ficción que documenta la realidad, el trabajo, el robo, la cotidianidad de esas personas laburantes que buscan abrirse camino en la vida queda retratado en la pantalla. César González con “Reloj, soledad” hace un tipo de cine que escasea y al mismo tiempo es necesario para una democratización real del medio. Contar aquellas cosas que en post de la espectacularidad quedan relegadas fuera del encuadre se convierte en un acto de rebelión. Aún quedan varias funciones a lo largo del festival, las cuales deberían aprovechar para ver en salas o de manera online.

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Francisco Mendes Moas

Estudio, hago y escribo sobre cine. Mi relación con el séptimo arte siempre peligra con convertirse en una peligrosa adicción.

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