Dialogamos con Lucas Martelli, el realizador de “Chagas, orquesta invisible”, un documental iluminador que pone en evidencia la ausencia de un Estado a una problemática sanitaria que viene creciendo, pero que en los gobiernos argentinos nunca ha sido tema de agenda de salud pública.“Chagas, orquesta invisible”, el documental de Lucas Martelli llegó a la pantalla del cine Gaumont, uno de los espacios del INCAA, la semana pasada. Se trata de un documental iluminador, ya que aborda una de las enfermedades que, como bien dice la película, los gobiernos argentinos siempre han dejado de lado: el Chagas, una enfermedad endémica que no para de desarrollarse y de transmitirse a distintos lugares.
-Hace muchos años que no se hacen películas que retratan lo que sucede con el Chagas, ¿cómo surgió tu trabajo documental?
-Sí, es un gran vacío que tenemos. El anterior documental que se hizo sobre esta temática tiene casi 20 años de antigüedad. Pero la realidad es que hay mucha información nueva y es un tema que tiene que estar muy presente: en Argentina hay 1.5 millones de personas que están infectadas con el parásito y hay 7 millones de personas que viven en área endémica. Con lo cual, la cual es la mitad del país y hay Chagas en toda la Argentina, justamente, por las migraciones.
Por eso, entiendo que es un problema de salud pública fundamental que no sólo no se trata desde la filmografía, sino que no está directamente en agenda pública ni en los partidos políticos, ni tampoco en nuestro discurso social.
-¿Cómo llegaste a investigar sobre el Chagas y a todo el material que se presenta en el documental?
-Hace muchos años conocí el trabajo de Dr. Héctor Freilij que junto a Jaime Altcheh estaban armando el servicio de parasitología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Han hecho investigaciones muy valiosas, atienden a niños con Chagas y a las familias que los acompañan. No se le niega la atención a nadie.
Por entonces, yo estaba dando mis primeros pasos en el documental y Héctor me propuso en 2015 que hagamos este trabajo, y ahí empecé a investigar, a armar el guion, me encontré con una problemática enorme y con una extensión territorial gigantesca y mucha información que había que concentrar en una sola película, porque no había otro film que estuviera relatando este drama.
-¿Cuándo se aprobó el proyecto del documental?
-El INCAA lo aprobó en 2016, pero esperamos el momento adecuado para hacer la producción, porque una vez que la inicias tenes un año para realizar la película. Así que la elaboramos en 2018, cuando se hizo un Encuentro Internacional de Chagas. Ahí tuve la oportunidad de comunicarme con especialistas de todo el mundo, porque esta enfermedad está en todos lados: por las migraciones, por las transmisiones de madres a hijos y por las transfusiones, que si bien en nuestra región están controladas, en Europa y Asia eso no pasa.-¿Por qué pensas que Argentina no le da la importancia de vida que tiene la enfermedad del Chagas, como sí lo hacen otros países latinoamericanos?
-Creo que se da una conjunción de factores. Uno es la federalización de la salud, porque en Argentina significa que si bien tenemos una legislación, tenemos especialistas y conocimientos en el terreno y provincias como Jujuy que han hecho puntas, no se puede organizar un plan nacional para erradicar la transmisión de la enfermedad. Desde Nación se pueden bajar recursos y planes de trabajo, pero depende de las provincias si lo realizan o no.
Después inciden otros factores como la negación social. Si vos lo hablas acá en Buenos Aires, mucha gente te va a decir que el Chagas ya fue erradicado o que es un problema de una población chiquita y lejana de El Impenetrable chaqueño.
Ahora, cuando estás en zona endémica, como tiene mayor incidencia en la pobreza, la persona que tiene dificultades día a día, tiene que responder a esas necesidades y no a una patología que si bien la podes adquirir y tenerla toda la vida, se sabe que hay un 30% que desarrollan la enfermedad tal vez años después. Es decir, sabes que tenes Chagas y tenes que cuidarte, pero no te pasa nada, hasta que un día eventualmente te puede pasar, y si no estás bien atendido podes llegar a morir de eso.
-Has desarrollado un documental realmente iluminador. Pero, ¿cómo fue organizar el tema de la orquesta invisible?
–Tiene dos patas: por un lado, está la historia que conté del Dr. Héctor Freilij que desarrolla este departamento de parasitología a través de conciertos que él dirige desde los años ‘90, porque si bien esos recursos los tendría que aportar el Estado, en realidad a todos los investigadores del Conicet que hoy en día están siendo muy atacados y hacen una tarea increíble para salvar vidas en la Argentina, y muchos de ellos tienen que hacer grandes tareas para conseguir esos recursos.
Por otro lado, la otra pata, es que tenemos el personal capacitado en esta problemática, tenemos los recursos, pero falta iniciar una obra. Es como sucede en una orquesta, tenes grandes instrumentistas, pero no tenes un director que inicie el trabajo.
-Un documental súper esclarecedor, que desde el jueves pasado se puede ver en el Cine Gaumont…
-Sí, se puede ver en el cine Gaumont a las 19.15 horas: una ventana del cine argentino que hoy está en peligro y es importante defender.
Por otro lado, no me quiero olvidar de comentarte que vamos activar proyecciones en toda el área endémica. Ya tenemos confirmada la presentación del documental en Jujuy (25 y 26 de abril), así que esperamos replicarlo en todos los Espacios INCAA que también son muy valiosos.
Edición periodística: Andrea Reyes